Planean cortes en la N-120 por la burla de la autovía

FERNÁN LABAJO / Burgos
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Los pueblos del trazado se unen para exigir la A-12 al no cesar los muertos. Los alcaldes anuncian movilizaciones para reclamarla, especialmente el tramo Ibeas-Burgos

Imagen de un accidente mortal en Viloria de Rioja en 2022. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Hace tiempo que los pueblos que atraviesa la N-120 están cansados de esperar una autovía que, lejos de ver la luz, acumula más y más retrasos. Mientras tanto, los vecinos se juegan la vida en una carretera que soporta intensidades de tráfico más propias de una vía de alta capacidad. En lo que va de año, han muerto tres personas, más de una decena desde 2020. Los representantes políticos de estos municipios han decidido que es momento de pasar a la acción y exigir la finalización de la A-12. 

«¿Cuánta gente tiene que morir para que el Estado se dé cuenta de la necesidad de esta autovía?», se pregunta Ignacio Colina, alcalde de Ibeas de Juarros, una localidad que tendría que llevar años conectada con Burgos. Este tramo, que sigue paralizado, es considerado uno de los más importantes de la A-12 por el volumen de tráfico que absorbe diariamente y por su peligrosidad. «El cruce hacia la comarca de Juarros es criminal. Es jugarse la vida, literalmente», subraya antes de recordar que en este punto está proyectada una rotonda que mejoraría el flujo de circulación hacia esos pueblos. 

Pese a ser una recta, las incorporaciones a zonas residenciales como Los Tomillares o San Medel la convierten en un punto negro. Para muestra, las dos personas que ya han perdido la vida entre la capital e Ibeas. La última el pasado viernes tras una salida de vía. «Es un goteo constante de accidentes. Los camiones pasan muy deprisa, hay adelantamientos... Obviamente llaman la atención los fallecidos, pero hay multitud de siniestros que no se conocen», apunta Santiago Ruiz, regidor de Castrillo del Val. 

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