Un hallazgo sin precedentes ha permitido destapar que en la sierra de Atapuerca habitaron dinosaurios hace 130 millones de años. Acostumbrados en esta zona de la provincia burgalesa a excavaciones que han permitido descubrir al homínido más antiguo de Europa, con más de un millón de años, ahora la sorpresa ha saltado con los restos de dos vértebras sacras de un carnívoro y una falange que ha encontrado el geólogo Jesús María Preciado. Nunca antes habían aparecido este tipo de ejemplares en la zona y de ahí su importancia.

«Los dinosaurios ocuparon distintos ambientes en la época de mayor expansión que tuvieron, en el periodo Cretácico, y dentro de la provincia de Burgos se conocen los de Salas, los de Torrelara o las icnitas de Regumiel, pero nunca habían aparecido restos en la sierra de Atapuerca», explica Preciado, que añade que estos descubrimientos han tenido lugar entre Arlanzón y Galarde. Además, reconoce que también se han localizado muestras en Villamórico.

No se trata de un gran número de piezas localizadas, pero sí resulta llamativo que se han descubierto en un camino y sin llevar a cabo una excavación. «Mi profesión me permite a veces conocer  los sitios donde puede haber y dio la casualidad que discurría por unos terrenos que sabía que podían tener fósiles de dinosaurios», comenta, para matizar que tampoco hizo falta una investigación exhaustiva y que se lo encontró en la superficie. De hecho, al tratarse de una zona accesible -de la que prefiere no desvelar la ubicación exacta- asegura que cualquier persona podría haberse tropezado antes con ello.

(Más información, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)