La Policía Nacional llevaba unos días siguiendo a dos individuos de origen dominicano. Tenían sospechas, por sus comportamientos, de que se estaban dedicando al tráfico de estupefacientes. De hecho, uno de ellos ya tenía una condena previa de la Audiencia Provincial de Álava por este delito. Los agentes les terminaron sorprendiendo en pleno intercambio de cocaína. Ahora la Fiscalía pide un total de 15 años de prisión y multas que alcanzan los 250.000 euros.
Según el escrito del Ministerio Público, el día 10 de noviembre de 2022 el acusado Y.D.C.D. se encontraba en un vehículo gris verdoso propiedad de J.D.G., quien además se encontraba al volante. Así se desprende de varios seguimientos por la capital que realizaron los agentes de la Comisaría Provincial. Según pudieron observar, en un momento dado se produjo un movimiento extraño que, sospecharon, se trataba de un pase de droga.
Así pues, comenzaron a seguir al vehículo hasta la carretera de Logroño. A la altura del kilómetro 109, sobre las 15 horas, les detuvieron. En el interior del coche, junto al cambio de marchas, vieron un interruptor con un cable que llegaba a una zona hueca, debajo de la moqueta a la altura de los pedales. Esto, en el argot policial, se conoce como caleta y se utiliza para ocultar sustancias prohibidas.
Fue, de hecho, lo que encontraron los policías tras registrar el vehículo. Localizaron tres paquetes que contenían aproximadamente un kilo de cocaína con una pureza cercana al 80%. Asimismo, hallaron una bolsa que contenía 6.600 euros en billetes de 10, 20 y 50. Según sostiene la fiscal, «la droga estaba destinada por los acusados para su venta a tres personas». Su valor en el mercado ilícito habría alcanzado los 98.772 euros.
Para la acusación pública estos hechos son constitutivos de un delito de tráfico de drogas que causan grave daño a la salud pública, contemplado en los artículos 368 y 369.5 del Código Penal. Concurre, en el caso de Y.D.C.D. la agravante de reincidencia, ya que había sido condenado a un año y medio por este mismo motivo. Es por eso que para él solicita una pena de prisión de ocho años de prisión y una multa de 250.000 euros. Por su parte, para J.D.G. pide siete años de cárcel y sanción de 100.000 euros. El juicio se celebrará próximamente en la Audiencia Provincial.