Belén Delgado

Plaza Mayor

Belén Delgado


Pezongate

02/07/2023

No es nuevo, pero casi ninguna escandalera lo es. De repente, una cantante y militante de los derechos LGTBI como Rocío Saiz enseña las tetas en un escenario en Murcia y se monta la de sanquintín. Un policía con una especial concepción del celo (profesional) se sube al escenario, la obliga a cubrirse y… ahora el que necesita que le cubran es él con un buen abogado que le defienda de la Fiscalía y de sus superiores. Hace 50 años, en pleno arranque de la ola punk, la norteamericana Wendy O. Williams (The Plasmatics) ya enseñaba sus pechos sin pudor. Nina Hagen dio un paso más y era capaz de escenificar lo ágiles que tenía sus dedos para la autoexploración en directo. Después, Madonna, Miley Cyrus o Sabrina dejaron escapar al aire su anatomía. Cada una a su manera, interpretaban su particular 'pezongate', como se llamó el incidente de Janet Jackson en la fiesta de la Super Bowl en 2004 que también provocó un gran debate en el imperio del puritanismo.

De alguna manera, todos estos incidentes han sido una forma de equipararse con sus colegas varones. Siempre ha sido más fácil ver a Iggy Pop sobre un escenario medio desnudo que vestido, exhibiendo su trabajado torso. Freddy Mercury tampoco tenía problemas en quitarse su camiseta de obrero. Y tantos otros... Bien, una puede entender que alguien se desnude en el escenario por necesidades de guión. Era la excusa de todas las películas de Ozores. Lo de Murcia reabre el viejo debate entre censura y libertad. Entre libertad y libertinaje. Pero en la capital de la huerta, así como en casi todas las ciudades, también en Burgos, hay un reglamento de usos y costumbres. El de Murcia se llama de Protección y Convivencia y está vigente desde 2010. Regula infinidad de comportamientos urbanos y, entre ellos, el exhibicionismo. A lo mejor el policía ahora perseguido era el único que estaba al día en la materia. 

Me viene esto a la cabeza porque no hay más que pasear por la infinidad de parques que tenemos en la ciudad y ver cómo el buen tiempo los llena de señores (generalmente entrados en años y en carnes) que van paseando por la Quinta o la ribera del Vena como Rocío Saiz sobre el escenario. Un comportamiento que casi nunca se denuncia (supongo que, a partir de ahora, cualquier agente se tentará el uniforme antes de hacerlo) pero que a muchos nos parece una falta de respeto en lugares compartidos. Dicho esto, sin ánimo de cubrirnos de más normas de las necesarias.