En el Belén que la consejera delegada del Grupo Correa, Carmen Pinto, desearía poder montar -con ayuda de los burgaleses- los Reyes llegan por la Isla y son recibidos por danzantes y tetines, los integrantes de las escuelas de teatro, artistas y los deportistas, tanto de las bases como profesionales. «Porque Burgos es tradición, modernidad, deporte y cultura», explicó Pinto, antes de matizar desde el atril del Altar Mayor de la Catedral que allí, precisamente, hacia ese «símbolo transversal de identidad y unidad de los burgaleses» se dirigirían Melchor, Gaspar y Baltasar con sus pajes. Porque en ese Belén soñado el Misterio está en la plaza de Santa María «para que, así, la Catedral sujete nuestra estrella en todo lo alto y sea la que marque el camino, como a diario desde hace siglos, a los muchos visitantes. Porque Burgos ha sido y es cruce de caminos. Y que lo siga siendo».

Pinto ejerció ayer de anfitriona de las ya inminentes fiestas y protagonizó el tradicional Pregón de Navidad que la Fundación Círculo organiza desde hace lustros; una ocasión que la directiva de Nicolás Correa aprovechó para relacionar los valores de la Navidad con los que atesora la provincia: solidaridad, generosidad, la unidad que encarna la familia -«cualquier tipo de familia y los burgaleses constituimos una muy grande»-, compromiso, hospitalidad... De ahí que, tras unas palabras en recuerdo de las víctimas de la covid y de quienes tendrán que lidiar con algunas ausencias esta Navidad, así como de quienes, directa e indirectamente, padecen las consecuencias de la invasión de Ucrania, Pinto invitó a levantar de cero un Belén 'burgalés'. Un Nacimiento completo en el que no solo hay cabida para todos sino la posibilidad de añadir escenas «para completarlo año a año, haciéndolo cada vez más grande y más de todos».

Para ello, destacó que Burgos posee la mejor de las estructuras -«los mejores enclaves naturales, las sierras más bonitas, hermosos valles, parques naturales y las mejores cascadas»-, facilidad en cuanto a las edificaciones -«nuestros pueblos, nuestras iglesias y casas solariegas, monasterios, puentes milenarios, castillos...- y, sobre todo, gente para hacerlo progresar. «De burgaleses anónimos llenaremos nuestras calles», afirmó Pinto, antes de matizar que en este Belén también tiene que haber elementos novedosos, propios de una tierra cuyo talento la hace innovadora y sostenible, como la industria, las energías renovables. «Burgos, sobre la base de sólidos valores, lo tiene todo. Pero más allá de 'tierra sagrada donde nací y suelo bendito donde moriré', Burgos debe ser  una tierra de oportunidades por la que merezca la pena luchar», concluyó la directiva, quien confesó que el haber sido pregonera es «un grandísimo honor, porque lo que significa es muy bonito».