A finales de marzo del año pasado un paciente del HUBU esperaba, de media, 56 días para hacerse una resonancia en el servicio de Radiodiagnóstico; una demora que se ha multiplicado por más de tres en los últimos doce meses y que ahora es, según datos oficiales de la Consejería de Sanidad, de 185 días.

Esto quiere decir que lo habitual es esperar alrededor de medio año para esta prueba diagnóstica, pero hay casos en los que se espera menos y otros en los que, según los datos oficiales, se rebasan los seis meses. No obstante, la estadística de Sacyl asegura que solo hay cuatro pacientes esperando por causas únicamente atribuibles al hospital; una cifra idéntica a la de marzo del año pasado y sorprendente si se tiene en cuenta que la demora media para estas personas ya supera el medio año.

Y si una persona pide voluntariamente un aplazamiento -algo excepcional- la espera media ya se incrementa hasta los 202 días. Pero los datos oficiales revelan que son la excepción quienes deciden esperar más de forma voluntaria (8 personas). Es mucho más habitual que el retraso se produzca por «razones clínicas»: se da en 471 casos, según datos oficiales. Estas personas esperan algo menos que el resto, 153 días, a poder hacerse esta prueba, cada vez más demandada porque se emplea para confirmar o descartar diversos diagnósticos.

Este aumento de peticiones ha motivado que el HUBU vaya a contratar a la sanidad privada 500 pruebas de este tipo en un mayo.

También se externalizarán 350 TAC (escáneres), que es una prueba por la que esperan 416 pacientes (34 días de media, según Sacyl).

Para una ecografía aguardan 1.453 personas (226 menos que hace un año), una media de 69 días. Para esta prueba ahora se deriva también a San Juan de Dios.