El Ayuntamiento de Burgos hace un balance muy positivo del primer año del proyecto para la reintroducción del halcón peregrino en la ciudad. De los seis ejemplares sólo han sobrevivido dos, pero se considera que esta es una iniciativa a largo plazo.

Cabe recordar que los pollos fueron anidados y equipados con emisores de GPS para tener controlados sus movimientos. Las jaulas que se instalaron para su crecimiento estaban ubicadas en el Museo de la Evolución Humana y también en el monasterio de San Juan. Sin embargo, para el próximo año se buscará una nueva ubicación para esta última debido a que en la zona hay demasiado ruido y no beneficia el asentamiento de esta especie.

El área de Medio ambiente del Ayuntamiento confía en que poco a poco se asiente la población de halcón en la ciudad y contribuya con ello al control de las palomas.

El próximo martes 28 se ofrecerá una charla en el Museo de la Evolución a las ocho y cuarto de la tarde sobre este proyecto.

La población de halcón peregrino ha sufrido un fuerte descenso en las últimas décadas en la provincia de Burgos, llegando incluso a desaparecer en la ciudad. Las razones obedecen a un alto mortalidad juvenil, especialmente durante el primer año de vida, así como también a los peligros que acechan, como por ejemplo las electrocuciones, colisiones y disparos.