De área marginal a estratégica

J.M. / Burgos
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La gestión de residuos y las medidas de ahorro energético marcarán la agenda de un mandato en el que habrá una gran intervención en el Parral

La reforma del parque del Parral, la gestión de los residuos y el consumo de agua congregarán mucha atención. - Foto: Alberto Rodrigo

Aunque Burgos puede presumir de ser una de las ciudades con más superficie de arbolado y de zonas verdes del país, la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento capitalino había visto como otras áreas la desplazaban y era considerada poco menos que como un servicio de segunda. Así ha sido hasta que la creciente concienciación sobre el cuidado del planeta, la sostenibilidad y las ya irrenunciables medidas de ahorro energético la han situado, en su sentido más amplio, como protagonista de las políticas que se imponen a nivel global y que descienden en cascada hasta el ámbito local.

Hablar de medio ambiente y sostenibilidad es hacerlo de zonas verdes, pero también del tráfico y de la movilidad sostenible, de reciclaje y gestión de los residuos, de ahorro en combustibles fósiles, de eficiencia energética en los edificios, del alumbrado público, de acabar o, al menos, minimizar el derroche de agua potable para el riego o de abrir el debate del consumo responsable, del bienestar animal...

Desde el punto de vista de la gestión, uno de los primeros y grandes desafíos a los que se enfrentará el próximo Gobierno municipal es el de engrasar la maquinaria del ya no tan nuevo contrato de basuras (se firmó en abril del año pasado). Más allá del incuestionable margen de mejora, el siguiente Ejecutivo tendrá la misión de que los sistemas de recogida de residuos puerta a puerta (en el comercio y la hostelería y también en la industria) funcionen sin sobresaltos y esta nueva filosofía que persigue incrementar el reciclaje sea vista con naturalidad por el contribuyente, quien tendrá que asimilar también que la presencia de pequeños contenedores durante momentos puntuales a la entrada de los negocios va a formar parte del paisaje de las ciudades. Porque ese es el precio de cambiar la comodidad por el reciclaje.

La reforma del parque del Parral, la gestión de los residuos y el consumo de agua congregarán mucha atención. La reforma del parque del Parral, la gestión de los residuos y el consumo de agua congregarán mucha atención. - Foto: Patricia

Incrementar el volumen de residuos valorizados no es ya una opción sino una obligación después de que la última ley de ámbito nacional haya decidido multiplicar el recibo por cada tonelada de desechos que se deposita en el vertedero. El que contamina, paga. La factura que abona el Ayuntamiento ya se ha disparado y la próxima Corporación deberá afrontar el debate de subir, o no, la tasa de basuras al contribuyente.

Para ello, se antoja urgente también una solución a las obsoletas instalaciones del Ecoparque de Cortes. O se invierten muchos millones y se mantiene la gestión municipal o se buscan fórmulas como la de la encomienda a Somacyl que, dicho sea de paso, se encuentra un tanto atascada.

Las penalizaciones que ya se producen en los residuos, es probable que en un futuro no muy lejano se trasladen también al desperdicio del agua, por lo que aquí también conviene estar preparados.

Aunque se empiezan a dar los primeros pasos con las últimas rehabilitaciones de instalaciones municipales, la nula preocupación en el pasado por los derroches en los consumos de luz y calefacción obligará también a profundizar en un plan en el que cale el mensaje de que el gasto en adecuar el patrimonio inmobiliario se transformará más pronto que tarde en una inversión que genera retorno en forma de ahorro. Ya no se trata solo de concienciación, sino de números.

Desde el punto de vista de los espacios naturales, la próxima legislatura está llamada a ser la que mostrará la pequeña o gran transformación del Parral, donde Patrimonio Nacional invertirá alrededor de dos millones de euros procedentes de fondos europeos. Los trabajos deberán ejecutarse para que no se pierda la financiación.

Más allá de este proyecto, el próximo Ejecutivo deberá decidir si continúa con las mejoras en Fuentes Blancas (como en el humedal), si amplía el cinturón verde...

Tocará también el próximo mandato profundizar en el Plan de Arbolado y vigilar aquellos ejemplares que representan un peligro ante un potencial riesgo de caída.

La agenda de los próximos cuatro años se presenta intensa.