El proyecto de creación de una nueva zona residencial en Roa de Duero tendrá que esperar al próximo año. La iniciativa de construir viviendas de protección oficial (VPO) en la parcela propiedad de la Fundación Filomena de la Puebla, ubicada en la carretera de Pedrosa, entre el cuartel de la Guardia Civil y el IES Ribera del Duero, se está desarrollando en dos planos diferentes, pero en los despachos.
La puesta a punto de la parcela correspondería al Ayuntamiento raudense, junto con el preceptivo estudio e informe arqueológico de la zona. El coste estimado de esta inversión en urbanizar este espacio es de unos 200.000 euros. «No lo hemos metido en los presupuestos de este año, estamos a la espera de la liquidación de 2021 para ver si lo podemos hacer con los remanentes y, si no, otra opción es con el préstamos que tenemos pensado pedir para ejecutar también la reurbanización del parque de La Cava», plantea el alcalde de Roa de Duero, David Colinas, como alternativas para contar con la partida económica necesaria para este proyecto.
Por otro lado, todavía se tiene que concretar la cesión de la parcela a la Junta de Castilla y León. Este terreno es propiedad de la Fundación Filomena de la Puebla, dependiente del Arzobispado de Burgos, por lo que tiene como patronos al párroco de la villa raudense y al ecónomo de la diócesis. «Estamos pendientes de que se redacten los términos de la cesión para que se haga efectiva, pero eso no está en nuestra mano», reconoce Colinas, que puntualiza que la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) «se iba a encargar de dar forma al documento» que recogería la cesión. Esta misma entidad pública sería la encargada, una vez que la titularidad de los terrenos pasase a manos de la Administración regional, de llevar a cabo la ejecución del proyecto de construcción, que contemplaría la creación de unas 30 viviendas unifamiliares en la parcela en cuestión.
Este proyecto comenzó a estudiarse en el año 2020, cuando fue el Ayuntamiento el que lanzó una consulta en el mes de septiembre para conocer la demanda de viviendas con algún grado de protección que había entre la población raudense. En menos de un mes se interesaron por esta posibilidad 140 personas, demostrando con creces que era un proyecto con gran demanda. «La última promoción, que entonces hicimos desde el propio Ayuntamiento, fue en 2008, hace ya 14 años, por lo que es normal que haya tantos vecinos interesados», reconoce David Colinas, que no le inquietan los plazos tan amplios que se manejan en este tipo de proyectos. «Hay gente de sobra, no hay que preocuparse por que se pueda acumular algún retraso, pero estamos pendientes de que se siga adelante con esta propuesta», remarca.
Este proyecto llega como herramienta para luchar contra la despoblación en este municipio ribereño. «Hay una generación de jóvenes que lo necesita, porque quieren emanciparse y, si no les ofrecemos algo para que se queden aquí, los pueblos se vaciarán. Tampoco hemos tenido la opción de que se hagan construcciones de promoción privada o que se restauren las casas vacías del casco histórico, así que algo tenemos que ofrecer para que la gente se quede aquí, porque eso es lo que quieren, y no se vayan a otros pueblos de la zona», expone Colinas.