Más de año y medio después del inicio de la invasión rusa a Ucrania, las relaciones comerciales con el país atacante se mantienen vivas, aunque han disminuido significativamente. Hasta el mes de julio, Burgos ha exportado por valor de 24,7 millones de euros al país de Putin, una cifra lejana de los 45 millones que se registraron el año previo a la invasión, pero que confirma que hay un intercambio comercial y que los bloqueos impuestos por los aliados de Ucrania no están afectando al tráfico de los productos en intercambio.

Rusia compra principalmente aceites esenciales, más en concreto productos capilares, por valor de 11 millones de euros. Le siguen los productos farmacéuticos, en los que ha gastado 6,8 millones de euros en los siete primeros meses del año. Capítulos más pequeños son los de productos químicos (2,6 millones) y máquinas y aparatos mecánicos (2,5 millones).

Las importaciones de la provincia son casi testimoniales, lideradas por cereales y legumbres, aunque las operaciones no superar los 250.000 euros en ambos capítulos aduaneros.

Sin embargo, el conjunto de España sí tiene una intensa relación comercial con Rusia, en el que la balanza comercial alcanza los 513,5 millones en exportaciones y los 2.159,5 en importaciones. En el capítulo de las compras se han adquirido combustibles por valor de 1.747 millones de euros, capítulo que aglutina la mayor parte de las importaciones. 

España, asegura el Gobierno, no ha recibido ni un barril de petróleo procedente de Rusia desde mayo de 2022, cuando entraron en vigor las sanciones. No obstante, el balance comercial del Ministerio de Industria confirma que hasta julio se han adquirido 1.649,5 millones de euros en concepto de gas de petróleo y demás hidrocarburos, así como otros 97,5 millones de aceites de petróleo y de otros minerales.