Aceras para andar con mil ojos

F.L.D.
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Recorremos con Andando Burgos algunos lugares que por su estado o por su planteamiento urbano dificultan el tránsito de los peatones

Las losas de la avenida del Arlanzón están completamente levantadas. - Foto: Valdivielso

La falta de mantenimiento, y en ocasiones su mero planteamiento urbanístico, han dejado intransitables algunas zonas peatonales de la ciudad. Los vecinos de la calle Calzadas llevan tiempo quejándose por el mal estado de las aceras. El riesgo de tropezón -más de uno ha habido-, se une a una paupérrima presentación a cientos de peregrinos que a diario la recorren a su paso por la capital burgalesa. El principal escollo para su arreglo: que es una superficie privada de uso público. «Hay demasiadas calles así», lamenta Félix Martínez, presidente de la asociación Andando Burgos, con quien recorremos algunos de estos puntos para comprobar sus carencias y analizar posibles soluciones. 

Comenzamos el trayecto en la avenida del Arlanzón, frente a Villa Pilar. La amplitud de las zonas peatonales del margen en el que se ubican los edificios contrasta con la estrechez y la irregularidad de la acera anexa a la ribera del río. Tal vez por eso casi nadie la transita. Se da la circunstancia de que los árboles plantados ya suponen un obstáculo para los viandantes. Además, las raíces han levantado las aceras y el tropezón es casi un hecho si uno va despistado. «Si no talas todos, tiene mala solución. No obstante, opino que el mayor problema es la anchura. Podría ampliarse y comerte algo de calzada.

Probablemente reducirla a un carril. Pero para eso hay que atreverse», señala Martínez, quien observa también que en esta calle las marquesinas no cumplen la normativa. Pasar por delante es imposible. Por detrás, difícil. 

El carril bici junto a El Plantío dificulta el tránsito peatonal.El carril bici junto a El Plantío dificulta el tránsito peatonal. - Foto: Valdivielso

No tenemos que andar mucho para encontrarnos lo que califica de «sinsentido urbanístico». En el entorno de El Plantío, junto al Hospital Recoletas, el carril bici reduce aún más la parte peatonal de la acera.

Los viandantes tienen que andar con mil ojos y los ciclistas esquivarlos si no quieren cometer un atropello. «Esto, por accesibilidad, directamente es ilegal. La anchura entre la acera y el edificio debe ser mínimo de 1,80 metros y no es así. No tiene ni pies ni cabeza cómo se ha planteado aquí el carril ciclista», oberva el presidente de Andando Burgos. 

Lo de las aceras bici es algo que se repite en decenas de lugares de la ciudad y que tampoco convence a quienes las usan. En la zona de Fuentecillas, por ejemplo, hay incluso una elipsis del carril hasta conectar con la senda recientemente arreglada frente a la Fábrica de Moneda y Timbre. Aquí nos detenemos porque encontramos varios obstáculos para el peatón. Uno en forma de jardinera, junto al puente de Rebolledas, que obliga a serpentear y a trazar un trayecto andando para poder cruzar de un lado al otro. 

En Don Juan de Austria con Villargamar directamente no hay acera.En Don Juan de Austria con Villargamar directamente no hay acera. - Foto: Valdivielso

Más alarmante es la falta de mantenimiento en el final del Bulevar, junto a los antiguos depósitos de CLH. Félix Martínez echa en falta un paso de cebra en mitad de la recta para evitar algo que normalmente hacen los vecinos del entorno: cruzar por donde no deben. Pero es que, para llegar desde Don Juan de Austria hasta la Facultad de Económicas solo hay dos opciones. O pisar charcos y barro, o caminar por la calzada. Básicamente porque no hay aceras ni tampoco idea de construirlas. «A lo mejor cuando se urbanice este entorno, que está previsto, lo hacen», indica. 

En La Castellana también hay muchos vecinos que van por la calzada ante la imposibilidad de hacerlo por la acera. En este caso, porque son estrechas y porque hay árboles plantados que dificultan el paso.

Para el presidente de Andando Burgos, la solución pasa por señalizar las calles como 'zonas 20', de manera que tengan prioridad los viandantes sobre los coches. «Es que todo este entorno tendría que ser residencial. Si queremos ir hacia una movildiad sostenible, esto es básico», puntualiza. Lo mismo ocurre, comenta, con el acceso al HUBU. 

Hay vecinos que siguen jugándose la vida en Legión Española.
Hay vecinos que siguen jugándose la vida en Legión Española. - Foto: Valdivielso

Martínez concluye que la mayoría de estas carencias se solucionan con partidas presupuestarias asumibles por cualquier Ayuntamiento. Pero va más allá. «Es urgente hacer un plan que realmente apueste por el peatón y no por el coche».