El pasado 10 de octubre se puso en funcionamiento en el HUBU «el nuevo sistema de control de presencia física», que obliga a todos los profesionales a fichar antes de las 12.00 horas y, en caso de no hacerlo o de ausencia, justificar el porqué. Este sistema, que ha levantado cierta polvareda entre la plantilla, se está implantando de forma gradual y el objetivo es que esté operativo en todo el hospital a partir del 7 de noviembre; desde ese momento, el departamento de Personal podrá descargar todos los datos para cotejarlos con los cuadrantes de vacaciones, permisos y demás y determinar así si hay absentismo.
Hace unos días que la gerente del complejo, Ana Lucía Fernández Eroles, explicó en un comunicado la adopción de esta medida, que se ampara en una Orden de abril de 2012 «sobre organización de la jornada ordinaria, calendario laboral y horarios en los centros e instituciones sanitarias de la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León» y que, según destacó la gerente por escrito -y como también establece la normativa en cuestión- responde a la necesidad de cumplir con lo estipulado en la Ley de Medidas Tributarias, Administrativas y Financieras de Castilla y León para garantizar la sostenibilidad y el aprovechamiento máximo de los recursos, en este caso de Sacyl.
La aprobación de esta normativa introdujo el control horario, que ya se aplicaba en el hospital y que, según destaca la gerencia, ahora «se simplifica y mejora». Fernández Eroles no oculta en el comunicado que la normativa deja claro que el objetivo del seguimiento es «verificar el cumplimiento de la jornada, así como la presencia en el puesto de trabajo». Y en el mismo artículo, el 9, se indica que los responsables de supervisar este control son las gerencias, tanto la de Emergencias, como las de Primaria y las de Especializada; en este caso en concreto, la del HUBU.
Los lectores para fichar -algo que, por otra parte, se hace en todos los centros de trabajo de España por imperativo legal- están colocados en distintos puntos del hospital desde hace tiempo. Ahora, como recuerda la gerente en el comunicado, que fuentes oficiales confirmaron que se ha divulgado a través de distintas vías, incluido el boletín interno, se cambia para optimiza el sistema de registro.
El primer sitio en el que se implantó, el 10 de octubre, fue en el edificio administrativo, para seguir un cronograma semanal a partir de ese momento en los bloques asistenciales: el 17 de octubre entró en vigor en el A y el B (consultas externas de Dermatología, Medicina Interna, Anestesiología, Neumología, Traumatología, Urología, así como la hospitalización de Medicina Interna, Endocrinología, Dermatología, Digestivo, Reumatología, Alergología, Oncología, Hematología); el 24 de octubre, en el C y el D (consultas externas de Cirugía Vascular, Neurocirugía, Oftalmología, Otorrino, Pediatría, Endocrinología, Nefrología, Reumatología, Neurología, Cardiología y Ginecología, así como la hospitalización de Cirugía, Trauma y Cardiología);el próximo 31 de octubre se pondrá en los bloques E, F y G (consultas de Neurofisiología, Unidad del Sueño, Obstetricia, Admisión, Laboratorios, Esterilización, Farmacia, Investigación y hospitalización de Ginecología, Obstetricia, Pediatría y Cirugía infantil, Psiquiatría y Penitenciaría); y, por último, el 7 de noviembre se culminará con la incorporación de los bloques H e I (laboratorio de Anatomía Patológica, Farmacia, así como la hospitalización de Urología, Nefrología, Unidad de Ictus, Neurocirugía, Radioterapia y Oftalmología).
En otros servicios como Rehabilitación o Urgencias no se especifica con tanta precisión la entrada en vigor de la medida y, de hecho, ayer todavía no tenían claro cuándo se iba a implantar en estas áreas.
La decisión sorprendió a buena parte de la plantilla, de celadores a facultativos, a pesar de que es algo establecido en la normativa y que debería aplicarse de forma sistemática desde hace, al menos, diez años.