«Créanlo. Nosotros queremos tenerles de clientes y de inquilinos»

P.C.P. / Burgos
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Responsables de CaixaBank y sus filiales de inmuebles se comprometen ante 200 personas a congelar el alquiler durante 3 años y a reparar cuanto antes desperfectos de los edificios

No es frecuente que un alto cargo de una gran empresa con sede enBarcelona se desplace a Burgos para intervenir en una reunión de vecinos. Y mucho menos que lo primero que diga es que debe agachar la cabeza y pedir perdón ante 200 personas. Eso fue lo que hizo Jaume Torrents, el director de Gestión Social de Building Center, la firma propietaria de la cartera de inmuebles de CaixaBank, ayer por la tarde ante inquilinos de las decenas de viviendas que el grupo tiene en la ciudad.

«Créanlo. Nosotros queremos tenerles de clientes y de inquilinos», repitió en varias ocasiones Torrents, ante un auditorio nervioso, en el que abundaban las personas mayores y de limitados recursos económicos, que han pasado semanas pensando que iban a ser desalojados de sus casas. «Nosotros no hacemos desahucios de familias. No echamos a nadie ni vendemos casas con inquilinos dentro», remarcó Javier Hermida, de CaixaBank Castilla y León.

Los portavoces de la entidad repitieron el compromiso avanzado el miércoles de renovar, una vez llegado el plazo de vencimiento, todos los contratos de alquiler por 3 años en las mismas condiciones económicas, y después dar opción a otros 3, si bien en esta segunda tanda no adquirieron ningún compromiso sobre el precio. «De aquí a 3 años yo no sé cómo estará el mundo», afirmó Torrents.

Todos los afectados recibirán una carta en la que se plasmarán esas intenciones por escrito. Este fue uno de los compromisos que arrancaron ayer a la entidad bancaria los arrendatarios, la mayoría reticentes ante la justificación del equívoco informático. «¿No son muchos errores?», se preguntó uno de los vecinos que hablaron, para explicar que no solo inquilinos, incluso de renta antigua, han recibido el burofax, sino que también hay otros a los que no pasan el alquiler a cobro desde hace meses e incluso uno que ha recibido a la Policía Local para investigar si el piso había sido ocupado.

Los asistentes, que pudieron preguntar o exponer lo que quisieron, enumeraron también una larga lista de desperfectos y deficiencias en las viviendas, la mayoría en la manzana que fue -ya no- de la Obra Social de Caja de Burgos, ubicada entre la avenida del Cid y la calle Calzadas. Explicaron que hay pisos vacíos con las ventanas abiertas que se llenan de palomas, sótanos y casas con humedades, cornisas desprendidas, balcones despintados...

El representante de la firma administradora, Gestín, avanzó que facilitará un teléfono de contacto -como excepción no será un 902- para recoger todas esas demandas y «ayudarles en la medida de lo posible en el día a día», y añadió que se acaba de comenzar el informe para la inspección técnica de edificios que exige el Ayuntamiento.

«Con esto podéis ir a casa mucho más tranquilos», desearon los representantes de CaixaBank tras insistir en sus «disculpas».