54 días de 'alivio'

David Alonso
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El BOE publica hoy la convocatoria de los comicios del próximo 28 de mayo y pone fin de forma oficial a la hiperactividad política tras semanas de presentaciones e inauguraciones

Imagen de archivo de un hombre cortando una cinta inaugural durante una presentación.

El reloj electoral ya marca las 00.00 horas y arranca de forma oficial la cuenta atrás para la celebración de los comicios municipales en Castilla y León del próximo 28 de mayo. Y, de forma paralela, lo hace también el conocido como 'periodo de sombra'. Cincuenta y cuatro días sin inauguraciones ni anuncios por parte de las administraciones locales y regionales que pone fin al mareante carrusel de actos y cortes de cintas de las últimas semanas. La publicación en el Boletín Oficial del Estado del Real Decreto de convocatoria de la cita electoral sirve para que los cuarteles generales de los partidos políticos terminen de arremangarse tras meses jugando al gato y al ratón con las candidaturas, y activen la maquinaria a máxima potencia. 

La proximidad de las urnas se ha dejado notar en la hiperactividad política y administrativa que ha vivido Castilla y León durante las últimas semanas, donde los actos, tanto de partido como institucionales, se han elevado hasta el infinito para calentar unas elecciones que llegan a modo de teloneros de la gran cita de las Generales. Solo la semana pasada, los miembros del Gobierno han protagonizado casi un centenar de actos. 

No obstante, ese estado de excitación colectiva que ha derivado en una concatenación interminable de inauguraciones, presentaciones y anuncios por parte de la Junta de Castilla y León y los ayuntamientos ya es historia. La publicación hoy en el BOE del Real Decreto impide, en base al artículo 50 de la Ley Electoral, que los políticos que ostenten algún cargo público realicen actos «que contenga alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos, o que utilice imágenes o expresiones coincidentes o similares a las utilizadas en sus propias campañas por alguna de las entidades políticas concurrentes a las elecciones». A grandes rasgos, evitar que se valgan de su posición y de los recursos de la institución para sacar rédito de cara a las elecciones. Una limitación de sobra conocida en los destacamentos de cada formación, que han exprimido al máximo los últimos días para acelerar las aperturas, inauguraciones o presentaciones.

Para muestra, la Junta de Castilla y León –que no participa en los comicios del próximo 28-M pero está igualmente sujeta a la ley– ha contabilizado en los últimos siete días 99 actos en su agenda pública. Por poner en contexto, en todo el mes de enero fueron menos de noventa. De hecho, Alfonso Fernández Mañueco ha presentado en diez días las deducciones del IRPF, fondos para el parque tecnológico de Burgos, el primero exoesqueleto pediátrico, o las ayudas para vivienda joven, entre otras.

Una realidad que también se ha vivido en los grandes ayuntamientos de la Comunidad. Los de Valladolid, León, Burgos o Salamanca han vivido una retahíla de actos durante los últimos días para apurar las últimas horas en las que sacar pecho de las obras, programas o ayudas sociales puestas en marcha en la ciudad por parte del actual equipo municipal.