Ebrovisión se alía con hoteles de Vitoria por falta de camas

ARSENIO BESGA / Miranda
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El festival pone a la venta una oferta con habitaciones en la capital alavesa y transporte durante el festival. Además, en esta edición se repetirá la acampada tradicional y la «de lujo»

El festival Ebrovisión pone a la venta una oferta con habitaciones en la Vitoria y transporte durante el festival. - Foto: Alberto Rodrigo

Las camas disponibles en Miranda para acoger turistas durante la próxima edición de Ebrovisión casi pueden contarse con los dedos de las manos. Ante esto, el festival, que tendrá lugar entre el 5 y el 8 de septiembre, volverá a ofrecer el cámping tradicional y el glámping, un formato con tiendas «de lujo que incluyen servicios 24 horas al día». Así lo adelanta el portavoz de la Asociación Amigos de Rafael Izquierdo, Ramiro Molinero, aunque añade que «este año, como novedad, por primera vez se acaban de poner a la venta packs con alojamiento en tres hoteles de Vitoria y viajes de ida y vuelta».

El portavoz del colectivo que organiza Ebrovisión reconoce que la ciudad sufre por las «pocas plazas hoteleras» que se ofertan y recuerda que, además, «muchas se reservan de un año para otro». En este sentido, Molinero comenta que ahora mismo apenas pueden encontrarse en internet una habitación en el Via Norte y siete en el Ciudad de Miranda, siempre «con precios bastante elevados porque hay pocas». La carencia resulta muy importante para este festival, pues, según describe, «la media de edad del público no es muy alta, pero muchos están entre los 35 y los 45 años, entonces es un perfil que ya no utiliza tanto el cámping y con los hoteles de Vitoria se trata de buscar una solución para que la gente compre el abono, porque igual hay a quien le apetece mogollón venir, pero no quiere dormir en el coche».

Molinero es consciente de que «cada vez hay más furgonetas alquiladas que vienen o personas que se buscan la vida, pero la intención con estos packs nuevos es ponérselo fácil a todo el público y que la falta de alojamiento no sea algo que impida venir a Miranda». Esta iniciativa se suma a la variación de modelo que vivió el festival durante la pasada edición, con un recinto principal mucho más extenso en la parte descubierta del polideportivo de Anduva. El portavoz de la asociación apunta que, precisamente, «cuando se hizo el cambio fue con vistas a que ahí había posibilidad de crecer, no solo en número de público sino también en hacer cosas diferentes y que la gente esté más a gusto, más cómoda».

El colectivo no ha parado de trabajar desde que se terminó la anterior edición para mejorar cada día un poco más y el público está respondiendo, pues la barrera del 50% del aforo vendido se sobrepasó en Navidad y ahora los organizadores esperan «ver si se va acercando al 100%». Molinero confía en que, con las confirmaciones de grupos que harán en las próximas fechas, puedan dar pasos en esa dirección y anticipa que el cartel aún tiene muchos huecos, puesto que «el definitivo será de entre 25 y 30 grupos, aparte de los dj's». A esta cuestión se suma su proyecto gastronómico, sobre el que el portavoz anuncia que «tras el impulso del año pasado, esta vez se intentará mejorar, ya no solo en los cocineros porque como no les den otra estrella Michelin es difícil hacerlo, sino en lo demás porque fueron muchos cambios y hay que aprender de lo que se tiene que ajustar».

La AsociaciónAmigos de Rafael Izquierdo también tiene que pulir otros aspectos, como la cuestión relacionada con los espacios. El portavoz aclara que están «dándole vueltas a las mismas ubicaciones que el año pasado, sobre todo insistiendo con la inauguración del jueves con la barcaza en el río». En 2023 no pudo llevarse a cabo esta atractiva propuesta, pero Molinero muestra esperanza para este curso y apunta que «ya se han mantenido reuniones entre la CHE y algunos políticos». Por lo demás, el colectivo está abierto a mover el horario de algún acto o intercambiar lugares, pero siempre manteniendo los nuevos recintos creados en la pasada edición, como el Castillo, el anfiteatro o el río Ebro.