El Racing Lermeño vivió el domingo en Cuéllar una situación que su entrenador César Rodríguez califica como «de lo más surrealista que he visto en el mundo del fútbol». El partido fue suspendido por el colegiado en el minuto 87 cuando el marcador favorecía a los de la Villa Ducal por 1-4. Uno de los integrantes del conjunto segoviano empujó de forma violenta al colegiado tras ver la cartulina roja y posteriormente intentó agredirle. En el acta, el árbitro del encuentro señala que se vio obligado a tomar esta decisión ya que temió por su «integridad física y la de los árbitros asistentes, además del dolor en el pecho que sentía tras el empujón». En su escrito habla, además, de «continuas amenazas» y que sus compañeros no solo no le tranquilizaron, sino que se dedicaron a insultarle.

Hubo varios integrantes del Lermeño que trataron de calmar la situación para que no llegara a mayores. El cuerpo técnico del conjunto del Arlanza decidió meter a sus jugadores en el vestuario hasta que se sosegara el ambiente. Todo empezó tras un balón dividido entre el futbolista del Lermeño Cristian y el del Cuéllar José Manuel Sánchez. Las airadas protestas del segoviano provocaron que viera la tarjeta roja y posteriormente llegó la tangana.

Para entonces el conjunto burgalés ganaba por 1-4 y tenía bajo control el partido. Faltaban tres minutos para llegar al 90 y el colegiado indica en el acta que tenía previsto añadir dos más. 

Los integrantes del Lermeño trataron de poner paz durante la trifulca. - Foto: DB

Sobre el papel, el partido debería reanudarse en los próximos días para que se disputen los cinco minutos que quedan, aunque el Racing Lermeño confía en el sentido común de la federación y espera no tener que viajar de nuevo a Cuéllar para acabar con un partido que estaba ya decidido (...).

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