La ciclogénesis explosiva también se ha hecho sentir en Aranda. Lluvias sucesivas, viento huracanado… han sacado paraguas inútiles y ropa impermeable para combatir -o amenguar- el temporal. Con cuidado por los árboles, las ramas o los objetos voladores…; un incordio que -además- arrasó las sepulturas del cementerio, con flores de Todos los Santos.

La tormenta perfecta también puede llegar al Consistorio de la mano de las liberaciones, que solían salir a la palestra -sin resultado hasta ahora- en otros mandatos, y que vuelven al borrador de presupuestos 24 con grandeza de miras. De ninguno a cuatro ediles -nada menos- a liberar (junto con la Alcaldía), amén de otros tres puestos de libre designación/confianza. Siete nuevos sueldos a cuenta del municipio para otras tantas personas con dedicación total/parcial, que decidirán -sí o no- gobierno y oposición. Pero debe haber mesura (ni tanto, ni tan calvo -digo yo-), y serán prioritarios 'los más' (obras, promoción, acción social, hacienda…) Veremos cómo pintan

Más y peor: el no cobro del agua potable municipal en el último año -por falta de personal (legado del gobierno anterior)-, se valora en 2,3 millones. A ver cómo se ponen al día… (que ya están pagados con nuestros impuestos). Retraso de un año (a 2026) para empezar los estudios de Enfermería en lo que será el campus arandino de la UBU, a cuenta de las previsiones locales de adecuación del centro cívico Virgen de las Viñas, como sede universitaria (antes hay que sacar a quienes lo ocupan…)

Más y mejor: el inicio -anoche- de una nueva edición del Otoño Polifónico organizado por el Orfeón Corazón de María, primero de los cuatro conciertos que clausurará el coro arandino con un programa de ¡éxito seguro!

PD.- Aplausos a la Arandina que -en la Copa- eliminó al Real Murcia, pasando a otra ronda en la que podrá medirse -seguramente- a un contrario de la máxima categoría. ¡Suerte en el empeño!