Una lección magistral de economía

B.G.R. / Burgos
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José Nicolás-Correa se convierte en doctor honoris causa por la Universidad de Burgos durante un solemne acto en el que recorrió su trayectoria y recordó consejos para quienes quieren aventurarse en el mundo empresarial

José Ignacio Nicolás-Correa, en un momento de la ceremonia celebrada esta mañana en el Hospital del Rey. - Foto: Valdivielso

El empresario José Nicolás-Correa ha sido investido esta mañana doctor honoris causa por la Universidad de Burgos en un solemne acto celebrado en el Paraninfo del Hospital del Rey que ha contado con la vicerrectora de Enseñanza y Docencia Digital, Begoña Prieto, como madrina del homenajeado.

Tras la intervención de esta, en la que recordó la trayectoria empresarial de una figura estrechamente vinculada a la institución académica local, Nicolás-Correa subió al atril para ofrecer una lección magistral de economía tirando de su propia experiencial al frente de la firma internacional que preside, referente mundial en la fabricación de fresadoras. "Para crear una empresa hay una cosa imprescindible que es la ambición", subrayó al inicio de una alocución en la no faltaron referencias a su familia y a la consejera delegada del grupo, Carmen Pinto. 

Repasó sus inicios tras licenciarse en Derecho  por la Universidad Complutense de Madrid e hizo referencia a algunos de los consejos que suelen estar presentes en las actividades de formación que imparte en la UBU, como la la frase "El cliente no es el rey", "Una empresa no es nada si no se rodea de un buen equipo" o "La innovación hay que compartirla con aquellos que la tienen que desarrollar porque de lo contrario no sirve para nada".

No olvidó el nuevo doctor honoris causa sus vivencias académicas, sobre todo la tesis que ha leído recientemente y su siempre presente interés por el mundo de la política.

Las palabras de elogio del rector, Manuel Pérez Mateos, en torno a su figura cerraron la ceremonia para dar paso después al descubrimiento de la placa que recoge este reconocimiento en el Patio de Romeros y la visita al Jardín de la Sabiduría, donde un árbol atestigua que forma ya parte del ilustre claustro de doctores honoris causa de la academia burgalesa.