Anduva pide bajar el volumen en las fiestas

Ó.C. / Miranda
-

Vecinos de esta zona de Miranda critican el horario y el problema de limpieza que existe y proponen copiar el recinto de Ebrovisión para fiestas

Los vecinos posan en la explanada de la calle Cantabria, donde se hacen conciertos y están las txoznas. - Foto: Ó.C.

Las fiestas patronales han dejado puntos positivos, aunque como en toda resaca, hay dolores de cabeza que continúan. Uno de estos problemas tiene un epicentro claro y sus protagonistas son los vecinos del barrio de Anduva. En esta zona, se ubican los conciertos principales y las txoznas, por lo que algunos incluso deciden dejar sus casas para conciliar el sueño en los días festivos. Pero muchos se han cansado del volumen de la música, el horario que se autoriza en ciertos casos y la falta de limpieza. Por todo esto, recogen firmas para «que Miranda cuente con un recinto ferial o un espacio adecuado», pero mientras avance ese macroproyecto proponen copiar el modelo de Ebrovisión, y trasladar todas las actividades al Polideportivo, «donde podríamos disfrutar toda la ciudad y nosotros descansar», clama una veintena de residentes.

Entre ellos hay una representación de la calle Cantabria, donde se concentran la mayoría de las actividades, pero también otros que viven en las torres y los bloques más próximos a las barracas. «El hartazgo es general», explican, al tiempo que lamentan el argumento de «la tradición», para que ellos salgan perjudicados. Con el paso de los años, reconocen que han perdido la paciencia, porque «cada vez somos más conscientes del derecho al descanso y que se haya hecho mal toda la vida no puede ser una excusa», resumen.

A todo esto se une la situación en la Policía Local, porque cuando se les ha llamado por el volumen de la música no han logrado una medición, «pero ni siquiera venían para constatar que existía un exceso de ruidos», sentencian, y eso que admiten que en esta edición solo ha habido una jornada en la que se ha sobrepasado el horario.

Otra crítica tiene que ver con la limpieza, por la asistencia de miles de personas a la zona que no cuenta con el equipamiento necesario. Solo un par de puntos con servicios portátiles, lo que provoca que la gente busque zonas resguardadas para hacer sus necesidades, «en algunos casos debajo de nuestras ventanas», apuntan vecinos de bloques con los primeros pisos muy bajos. También señalaban los cristales del suelo y el consiguiente riesgo, «porque aquí también hay niños pequeños», recuerdan.

Por todo esto, consideran que el Polideportivo representa una alternativa y añaden que se podría aprovechar parte de la infraestructura de Ebrovisión. Ante estos argumentos, la concejala de Fiestas, Montserrat Cantera, apunta que el festival «no tiene nada que ver con las txoznas». Los puestos de los bares «son una apuesta del Ayuntamiento porque la gente lo demanda», y duda sobre la posibilidad del traslado, aunque matiza que «hay que ver qué se puede mejorar».

Otra de las patas en este asunto implica a los hosteleros. El presidente de la asociación, Pepe Rey, confiesa que «entendemos las quejas vecinales, pero nosotros no tenemos potestad para decidir dónde nos tenemos que poner». Aun así, declara que «no vamos a poner una pega» sobre la ubicación. En la oposición, el PP ha expresado la necesidad de un recinto ferial. Su portavoz, Sergio Montoya, explica que «el Ayuntamiento poco hace para solventar el problema», y apuesta por al menos «por estudiar la propuesta y juntar a la administración local, hosteleros y vecinos, para llegar a un punto común».

Sesión de fuegos. Relacionado con las fiestas, Cantera confirma los problemas de la última sesión de fuegos, por lo que la empresa acudirá de manera gratuita a la ciudad en otra fecha por determinar. Sobre la programación, la concejala realiza una «valoración positiva», sobre todo de Camela.