Los expertos alertan de las extorsiones a través del móvil

G. ARCE / Burgos
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El ingeniero informático arandino Jesús Varela, participante en el foro Hubers, afirma que la delincuencia digital sigue creciendo y que no hay la suficiente concienciación del riesgo que supone para las personas

Los expertos alertan de las extorsiones a través del móvil - Foto: Christian Castrillo

Es la amenaza silenciosa. Nos vigilan, nos escuchan, nos roban y secuestran nuestros datos... La ciberdelincuencia y las extorsiones millonarias no dejan de crecer en la era de la tecnología. Se atacan los sistemas críticos de los países y sus redes de comunicación, se colapsan ayuntamientos, hospitales y empresas y despachos de cualquier tipo y tamaño. Ahora toca el turno de los hogares y los teléfonos móviles. Ajeno a los riesgos que corre, el ciudadano es ahora el blanco. 

Este el sugerente planteamiento que se abordará en el foro Hubers, que se celebra este martes en los salones del Círculo de plaza de España (19:00 horas) y que protagonizará el arandino Jesús Varela, ingeniero informático por la UBU y   experto en ciberseguridad, campo que, reconoce, no deja de evolucionar y crecer en torno al suculento negocio tecnológico de la extorsión.  

Jesús Valera, que es directivo de la multinacional Fortinet y que ha trabajado en las burgalesas Calidad Pascual y el Centro de Servicios Avanzados (CSA), está convencido de que no solo están aumentado el número de ataques, sino que cada vez es mayor y más diverso el número de amenazas. 

«Está claro que cada vez utilizamos más dispositivos móviles, que crece el teletrabajo y, con ello, la interacción entre elementos digitales y posibles fuentes de amenazas. A todo el mundo le ha llegado el correo falso avisando de que tiene un paquete esperando en la empresa de transporte...Eso es un ataque».  

Uno de los principales problemas para este experto es que no hay una percepción de estos riesgos desde la infancia. «El cuento de los tres cerditos ya nos inculcaba la idea de que teníamos que vivir en una casa fuerte y que no había que abrir la puerta a extraños. Nos han educado para proteger nuestra seguridad física, pero la digital no se  tiene en cuenta en los colegios y muy poco en los institutos. Hay que corregir ese desconocimiento, formar en ciberseguridad desde la escuela, porque cada vez vamos a operar en un entorno más digital e interconectado». 

En este sentido, alerta de que los ataques cada vez se originan más desde las herramientas de mayor uso. Primero fueron los archivos vía correo electrónico o el acceso a web infectadas. Ahora se ataca a través de una llamada de teléfono o incluso utilizando la agenda digital personal de la víctima. «Los ciberdelincuentes saben si estás o no de viaje y muchas veces no somos conscientes de que damos pistas a través de las redes sociales. No olvidemos que estamos ante un negocio cada vez más boyante y donde los ladrones tienen muchas fuentes de información para conocer nuestras vulnerabilidades». 

El verdadero problema, augura, está por llegar y se producirá cuando los ataques encripten masivamente nuestros teléfonos móviles y exijan rescates para desbloquear los datos y mensajes personales, las fotografías íntimas de la familia y amigos... «La gente va a empezar a pagar chantajes más masivamente de lo que hacemos ahora. La ciberdelincuencia se va a disparar cuando llegue a nuestros móviles que, en realidad, son ordenadores con los que interactuamos las 24 horas. Creo que lo peor está por llegar, el móvil es una de las vías más fáciles de suplantar por un delincuente». 

(La información completa en la edición impresa de este lunes de Diario de Burgos o aquí)