Solo un 16% de los mayores de 60 con refuerzo contra la covid

G.G.U. / Burgos
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Más de la mitad de las 14.300 dosis administradas en la provincia de Burgos se corresponden con usuarios de residencias

Quienes quieran, reciben a la vez las dos vacunas: gripe y covid. - Foto: Alberto Rodrigo

Tres semanas después del comienzo de la vacunación frente a la gripe y la covid, apenas un 16% de las personas para quienes están recomendadas estas dos vacunas -los mayores de 60 años- han recibido la dosis de refuerzo frente a una forma grave de la enfermedad del coronavirus. En total, entre todos los grupos de edad, se han puesto en la provincia entre 14.306 y 14.394 dosis -los datos oficiales divergen-, lo cual indica que más de la mitad se han puesto en las residencias.

La campaña está recién iniciada, pero los datos de las primeras semanas parecen apuntar hacia un cierto desinterés por una nueva dosis de refuerzo frente a la enfermedad del coronavirus. Algo que se explicaría por la generalización de los contagios entre personas de todas las edades después de tres años y medio de convivencia con el SARS-CoV-2 y la adquisición de inmunidad de forma natural, dado que hay personas que se han infectado más de una vez.

En cualquier caso, las cifras oficiales indican que el porcentaje de vacunados sobre la población general (no solo sobre los mayores de 60 años) es de poco más del 6%. Es un porcentaje muy inferior al registrado a las tres semanas del comienzo de las dos campañas anteriores de refuerzo, si bien es cierto que la de 2021 fue masiva porque la parte más dura de la pandemia todavía estaba muy reciente, se empezaba a hablar de la variante ómicron -que contagió en unos meses a tanta gente como en varias oleadas juntas- y, en general, la población estaba muy sensibilizada.

El año pasado ya se registró descenso en la cobertura de personas con dosis de refuerzo y, como sucede ahora, sobre todo en las franjas de población más jóvenes.

Solo pueden ponérsela mayores de 60 años y las personas de menos edad pertenecientes a grupos de riesgo, así como trabajadores sanitarios y sociosanitarios. Pero los datos oficiales indican que no parecen estar haciéndolo.