El Ayuntamiento de Miranda está obligado a realizar un censo con los edificios e instalaciones de la ciudad que tienen amianto. Sin embargo, según figura en los expedientes municipales, carece de los medios suficientes para esta labor y, por ese motivo, ha contratado a una empresa. Concretamente, el Consistorio pagará casi 10.000 euros a Bureau Veritas Inspección y Testing S.L.U., que presentó la oferta más baja. Asimismo, la firma ya ha diseñado su proyecto e incluye la necesidad de emplear imágenes de satélite para determinar qué cubiertas están compuestas de este material cancerígeno.

Según figura en el plan presentado por Bureau Veritas la utilización de la «teledetección» tiene varias ventajas, como que permite poseer una «visión integral de todo el término municipal» o el «acceso a edificios sin necesidad de permisos». Unido a ello, entre los puntos positivos de la metodología está la posibilidad de tener una «resolución espacial centimétrica» en la que se observe la imagen «multiespectral» de la ciudad. Con ella, se podrá discernir incluso el tipo de amianto que alberga cada bloque.

Precisamente, para lograr ese último objetivo, la empresa reconoce que podría llevarse a cabo la revisión aérea a través de aviones o drones. Sin embargo, propone al Consistorio que contacte con el Instituto Geográfico Nacional para que le facilite las copias actualizadas de las fotografías del municipio que se hayan realizado con los satélites Pleiades y Geosat.

Ahora bien, desde Bureau Veritas advierten que no existe ningún mecanismo que, por sí solo, tenga la capacidad de detectar las cubiertas de amianto sin«un sesgo muy elevado». Además, la entidad considera que la teledetección también tiene otros inconvenientes. Por ejemplo, en su proyecto reconoce que únicamente se pueden ver «afloramientos superficiales, lo que excluye tuberías y paredes».

Por todo ello, el plan de la empresa que se encargará de realizar el censo de edificios con amianto abarca un total de seis sistemas diferentes para recabar información, contando en esa lista a las imágenes aéreas de precisión. De forma concreta, la firma requiere para cumplir con sus labores la recopilación del catastro, tanto rústico como urbano, de todo el municipio. Es decir, también extiende su estudio a las pedanías.

Unido a ello, la compañía responsable del plan considera que el segundo paso debe ser recabar «ortofotos», que representan el alzado de los edificios, a partir del archivo documental del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea, dependiente del Ministerio de Transportes. Igualmente, Bureau Veritas requiere complementar estos documentos con un modelo digital de superficies y datos extraídos con tecnología «LiDAR», la cual es el principal mecanismo utilizado para rastrear información topográfica a fin de crear mapas del terreno.

Finalmente, la entidad ve oportuno revisar las imágenes o archivos digitales que se hayan guardado en el banco del PGOU, en caso de que existan, y, por último, tienen previsto llevar a cabo una fase de trabajo a pie de calle para realizar varios trayectos por la ciudad y extraer muestras concretas que sirvan de base durante el último periodo del trabajo. 

Plazos. La empresa debe entregar los resultados a principios de abril.De hecho, la ley que obliga a presentar el censo de bloques con amianto, como máximo, el día 10 de ese mes. Eso sí, la preocupación por este asunto viene de lejos, ya que al menos Izquierda Unida reclama que se actúe desde hace 7 años a fin de eliminar todo el material cancerígeno.En este sentido, la actual norma acerca ese objetivo de IU, porque no solo obliga a dictaminar qué edificios contienen fibrocemento u otros compuestos similares, sino que también impone su retirada antes de 2028.