Carlos Temiño se jubila del último sindicato obrero y católico

G. A. / Burgos
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El secretario general de SOI-FSC, José Luis Arnaiz, se perfila como el nuevo presidente, aunque deberá ser elegido en el congreso regional que se celebrará el martes 19 de septiembre

Carlos Temiño (d.) junto a José Luis Arnaiz, que en cabeza la única candidatura presentada hasta la fecha para presidir el sindicato SOI-FSC. - Foto: Luis López Araico

Carlos Temiño pondrá el martes 19 de septiembre punto y final a 17 años como presidente del Sindicato Obrero Independiente-Federación de Sindicatos Católicos (SOI-FSC), la quinta organización sindical en la provincia y con representación en más de 40 empresas, entre ellas Campofrío, Grupo Lear, Ubisa, Frías, Pepsico o la Diputación de Burgos. En esa fecha está prevista la celebración del VIIcongreso regional de esta organización y, según lo previsto (si no se presentan más candidaturas como permiten los estatutos), su sucesor en la presidencia será el actual secretario general, José Luis Arnaiz Galán.

El fin de la etapa de Carlos Temiño, nacido hace 61 años en la localidad de Modúbar de la Emparedada, coincide casi en el tiempo con su jubilación anticipada como trabajador de Ubisa y permite una renovación de una organización que atesora 130 años de historia y cuyos orígenes se remontan a los sindicatos católicos, muy activos durante buena parte del pasado siglo. 

Aunque de perfil sindical bajo desde el punto de vista mediático (en comparación con los sindicatos mayoritarios), el apelativo de 'histórico' encaja a la perfección con su persona, pues es uno de los dirigentes que más años ha estado al frente de una organización de trabajadores en Burgos. Solo le supera en longevidad Julián Juez, que estuvo 18 años liderando la UGT.

Su previsible sucesor en la presidencia de SOI-FSC, José Luis Arnaiz, formado parte del equipo directivo sindical saliente y pertenece al comité de empresa de Ubisa, donde ha compartido tareas de representación con Carlos Temiño. «Es una persona joven y altamente preparada y que encabeza una candidatura completa con su presidencia, vicepresidencia, tesorero, secretario general, secretario de actas y las vocalías que se consideren», explica Temiño, que antes de su faceta como sindicalista se curtió en el movimiento vecinal e incluso pisó -por poco tiempo- la política municipal. 

El SOI-FSCes una obra complementaria del Círculo Católico y cuenta en la actualidad con un millar de afiliados en Burgos y, entre ellos, 110 delegados sindicales en diferentes empresas, principalmente en pymes. Su sede estuvo hasta hace dos años en la calle de la Concepción, en el Círculo Católico, y actualmente cuenta con unas modernas instalaciones en el número 7 de la calle Federico Olmeda.

La entrada de Temiño en el sindicato coincidió con el conflicto que más ha marcado su trayectoria: la desaparición en 2009 de ZFAnsa Lemförder, empresa auxiliar de la automoción ubicada en el polígono Burgos Este y en la que trabajaban 226 trabajadores cuando se anunció su desmantelamiento desde Alemania. «Afortunadamente, en 17 años ha habido muchas empresas que han continuado trayectoria gracias al diálogo entre empresarios y trabajadores y a los sacrificios de unos y otros, pero en Ansa Lemförder fue imposible evitar el cierre».

«Negociamos en Valladolid y no logramos todo lo que queríamos, pero la mayor parte de los trabajadores salieron bien. Dicho esto, mucha gente se quedó en la cuneta y la empresa desapareció, esa fue la realidad...».

Temiño reconoce que deja el cargo en un momento «complejo» y en que la crisis acecha a muchas empresas, a las más pequeñas, a las que está afectando especialmente la presión los salarios y de los precios.

'Sindicato de los curas'. El presidente saliente espera que su sucesor aporte cambios y renovación necesaria a una organización a la que siempre se ha denostado por otras tildándola del 'sindicato de los curas', por sus orígenes católicos y su dependencia del Círculo. «Entré con absoluta libertad y me voy con absoluta libertad. Entiendo que estamos dentro de una casa matriz que es católica. Sabemos de dónde venimos y hacia dónde vamos. Tenemos clara la Doctrina Social de la Iglesia: Lo primero, siempre, es la persona».

No obstante, muchos de los nuevos afiliados -puntualiza- no son católicos, son trabajadores inmigrantes que han encontrado en esta organización sindical el apoyo para formarse y acceder al mercado laboral local. A Temiño le gustaría mantener su vinculación con la organización colaborando en la ayuda a los inmigrantes. «Aquí acude mucha gente con muchísimos problemas y con ganas de trabajar. Creo que puedo ser necesario para ellos».