Expropiarán dos casas y terreno para «liberar» el Alcázar

A.C. / Medina de Pomar
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El Plan Especial del Casco Histórico de Medina de Pomar ya planteó en 1998 el derribo de las viviendas, que carecen de protección y junto a la finca de la fachada oeste están valoradas en 120.000 euros

La vivienda que se derribará oculta la muralla del castillo y su fachada norte. - Foto: A.C.

El equipo de gobierno quiere «poner en valor el edificio del Alcázar, ahora oculto, para que se pueda ver su fábrica en toda su extensión». El concejal de Planificación urbanística y casco histórico, José Juan Martínez Larriba, recuerda que el Plan Especial del Casco Histórico  (PECH) de 1998 recomendaba que el castillo medinés se liberara de todos los inmuebles que lo amordazan e impiden visualizarlo en su totalidad. Por ello, el pleno ya ha aprobado iniciar el proceso de expropiación de dos viviendas y una parcela contigua, situadas en las fachadas norte y oeste, respectivamente. La tasación de los 840 metros cuadrados que ocupan, casi equivalentes a la superficie de la Plaza Mayor, es algo mayor de 120.000 euros y ha sido «la más favorable a la propiedad», según Martínez.

Ya en 2017 el alcalde, Isaac Angulo, inició los primeros contactos con las dos hermanas propietarias del terreno y las dos casas, deshabitadas desde hace unas tres décadas. Nuevas conversaciones con ellas fueron incluso mantenidas por el ahora concejal del casco histórico como mero colaborador del equipo de gobierno allá por el año 2019. Pero al no fructificar en una operación de compra venta, el grupo de gobierno ha decidido dejar de esperar y optar por la expropiación para ocupar los terrenos en este año y proceder al derribo de la vivienda más alta y más grande el próximo año.

Al mismo tiempo se iniciará la redacción del proyecto para dar forma a todo el espacio que quedará en poder del Ayuntamiento y seguir mejorando todo el área del Alcázar, que suma 4.000 metros cuadrados, si se contabilizan también las Torres y la plaza del Alcázar. Las dos viviendas que se van a expropiar carecen de protección alguna en el catálogo del PECH, al igual que una tercera, ubicada en la fachada sur. Con los propietarios de esta última, el alcalde confía en llegar a un acuerdo de compra este año para derribar las tres a la vez.

Las ideas iniciales para el terreno que quedará libre son varias. El concejal del casco histórico ve la posibilidad de celebrar eventos, como bodas o reuniones, junto al Alcázar o realizar exposiciones al aire libre. También prevé dar un acceso directo a la parte trasera del castillo desde el exterior para posibilitar que a los grupos más numerosos de excursiones se les pueda atender en la sala de exposiciones temporales de la planta baja, pero accediendo por la puerta de atrás, antaño la principal, porque ahora, en el vestíbulo apenas pueden entrar a la vez una docena de personas.

BIC desde 1931. Martínez Larriba, quien destaca como el Alcázar está declarado Bien de Interés Cultural desde 1931 y es el «'leitmotiv' del casco histórico» también quiere mejorar «la cuenta de explotación» del deficitario Museo Histórico de Las Merindades (MHM)que alberga el castillo y sopesa adaptar una de las dos viviendas, la de menor altura y en la cota más baja, para convertirla en la tienda de motivos y recuerdos del MHM. El plan de mejora también incluye restaurar el muro del antiguo foso.

El grupo de gobierno valora, además, rediseñar los jardines del pasaje El Cañón y la conexión del Alcázar con la plaza de la Morería, además de analizar cambios en la movilidad que podrían pasar por eliminar plazas de aparcamiento alrededor del castillo, siempre que se den otras alternativas.