Nada más terminar la Semana Santa, se dispararon las reservas en los establecimientos hoteleros de la capital para el puente de mayo que arranca hoy, aunque estas comenzaron a llegar tiempo antes, concretamente en el mes de marzo, por parte de aquellos clientes que querían asegurarse plaza para mañana sábado en Burgos. Los empresarios del sector siempre agradecen esta antelación argumentando cuestiones de planificación que evitan la incertidumbre de anteriores ocasiones de tener que esperar a las últimas llamadas para realizar sus previsiones. En este caso, la patronal lo tiene claro y prevé que los alojamientos rocen el lleno desde esta noche y hasta el domingo, con una ocupación bastante favorable también para la posterior jornada del lunes, festivo en Madrid.
El presidente de la Federación de Hostelería, Luis Mata, califica las expectativas de «muy buenas», incluyéndolas en unas fechas que siempre han sido fuertes en la ciudad y dentro de un calendario propicio para la llegada de visitantes al caer el Día del Trabajo en lunes. Esto hace que para esta noche se prevé que la ocupación alcance el 90%, al igual que el domingo, mientras que para la de mañana se estima completar todas las habitaciones y para el lunes se reducirá al 75%, porcentaje muy superior al de cualquier otra jornada laborable.
Esta demanda también se ha notado en los precios. Mata calcula que estos se sitúan en torno a un 10% por encima de los del mismo periodo, pero de 2022, si bien precisa que dicho porcentaje «continúa siendo inferior al incremento de los costes que está asumiendo el sector». Este aumento no se produjo hace un año, cuando los empresarios fiaron el puente de mayo a las reservas de última hora, que tardaron en aparecer hasta bien entrada la semana. El festivo no fue generalizado, con siete Comunidades Autónomas que sí que lo trasladaron al lunes, y la ocupación final resultó mejor de lo esperada, pero inferior a la de este ejercicio, pese al episodio de ola de calor que se está viviendo, ya que «puede beneficiar a Burgos dado que las previsiones de altas temperaturas no son tan elevadas como en otros destinos».
Un buen mes. La patronal mira con optimismo al mes de mayo en su conjunto, después de que la evolución turística del mismo periodo de hace un año resultara especialmente positiva. «Las expectativas se presentan muy buenas», sostiene Mata, quien vaticina un lleno en los establecimientos de la ciudad los fines de semana, especialmente la noche de los sábados, al tiempo que asegura que va remontando el número de pernoctaciones, «con precios contenidos», durante los días laborables gracias a la afluencia de peregrinos del Camino de Santiago y de visitantes de la tercera edad, tanto nacionales como internacionales que van camino de la costa. «La gente sigue estando con ganas de salir», sostiene el también presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos de Burgos.
De igual forma, subraya que estos dos colectivos representarán el 50% de la ocupación para este puente, mientras que el resto lo conforman visitantes nacionales procedentes, por este mismo orden, de las Comunidades de Madrid, Cataluña y País Vasco.