Correa vende a medio mundo y roza los 100 millones facturados

I.E.
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Su cifra de negocio crece un 28% en 2022. Además, la plantilla del Grupo se ha incrementado de 350 a 414 trabajadores

En el centro, José Ignacio Nicolás Correa y Carmen Pinto. - Foto: Alberto Rodrigo

La capacidad de adaptarse a los nuevos tiempos que demuestra el Grupo Correa día a día ha dado muy buenos resultados en los últimos años, pero en 2022 la empresa ha recogido los frutos de tanto esfuerzo rompiendo todos los registros de cifra de negocio, que rozó los 100 millones de euros, en concreto 98,2, un 28% más que en el ejercicio anterior. Estos números fueron presentados ayer a una junta de accionistas que ha visto cómo en los últimos años el valor de los títulos se ha multiplicado casi por ocho, de 80 céntimos la acción a los 5,75 euros que cuesta hoy.

La junta general, que pudo ser seguida a través de Youtube, reunió en la sede del Grupo -en el polígono Burgos Este- a un nutrido grupo de pequeños y grandes accionistas, quienes pudieron conocer de primera mano la cifra de negocio del grupo el último año. En este sentido, la consejera delegada (CEO), Carmen Pinto, informó de que en 2022 la empresa burgalesa exportó máquina de herramienta -sobre todo, fresadoras- a medio mundo, a 23 países en concreto, de Europa, Asia y Norteamérica.  Porque «mantener la diversidad de mercados en un mundo tan amenazado por las tensiones geopolíticas es una prioridad para la compañía». De hecho, anunció que la prospección de nuevos espacios de negocio en el exterior continúa, «pues la reindustrialización del mundo occidental tras el desabastecimiento que se produjo en la pandemia puede traer nuevas oportunidades». Y es que un 92% de las ventas del Grupo Correa son fuera de España.

Estos buenos números, además, han permitido crecer a la empresa en plantilla, que ahora cuenta con 414 trabajadores, cuando hace tan solo un año la cifra era de 350 empleados.

En cuanto al futuro, la captación de pedidos ascendía a 128 millones de euros a 31 de diciembre de 2022, lo que garantiza la buena marcha del negocio durante al menos los dos próximos años. Estos buenos pronósticos tienen que ver también con uno de los firmes propósitos de la compañía, el de estar a la cabeza de la transformación tecnológica. 

«Tenemos que estar atentos a las nuevas necesidades de nuestros clientes para anticiparnos; nuestra vocación innovadora sigue definiendo nuestro ADN», enfatizó Pinto ante los accionistas reunidos ayer.

En este sentido, la consejera delegada advirtió de que los esfuerzos del grupo están «enfocados a la fabricación de máquinas reconocibles por su fiabilidad, que incrementen la productividad de los clientes, minimizando tiempos muertos; que permitan tener una comunicación fluida con los compradores durante el proceso de fabricación, y que respeten los recursos naturales». Asimismo, se refirió a la inversión -aún sin cuantificar- que realizará la compañía en la creación de una nueva filial de Mecanizado, con la que podrá «optimizar» su producción en los próximos años.