Juan Ángel Gozalo

Plaza Mayor

Juan Ángel Gozalo


Sequías y embalses

26/08/2023

Al dictador Francisco Franco, entre otras muchas cosas, se le criticó, y no poco, por su manía de construir e inaugurar a mejor gloria personal y del régimen embalses por toda la geografía española, aduciendo aquella pertinaz y contubérnica sequía. Pues bien, no son ahora pocos los ciudadanos que este verano se están acordando del prohidráulico caudillo gallego. Las restricciones en el abastecimiento de agua están aumentando exponencialmente en muchas zonas del país por la falta de lluvias y de aportes de agua a esos embalses. La imprevisión y la desidia de las administraciones públicas, especialmente la central, ha sido evidente en las últimas décadas. Se sigue sin trazar y acometer esa estrategia nacional del agua, un planeamiento estatal y solidario en el que se coordinen y participen todas ellas, sumando proyectos, inversiones y sinergias. 

En Burgos, sin llenar la provincia de presas, parece evidente que sería necesario construir algún pequeño embalse más que sumar a los de Úzquiza, Arlanzón, Alba, Castrovido, Arija, Sobrón y Ordunte. Se me ocurre, sin ir más lejos, que es urgente regular, entre otras, con presas el sistema del Pisuerga burgalés. Es evidente que en el territorio provincial se pueden mejorar y mucho los aprovechamientos de nuestros ríos para regadíos y abastecimiento a municipios, también a esos pueblos que dependen de los camiones cisterna de la Diputación. De paso se evitaría avenidas y desbordamientos endémicos. 

Pero junto a esa revisión de la política de embalsamiento de aguas es necesario, sin duda, recuperar y mejorar esa tupida y olvidada red hídrica conformada por miles de arroyos, manantiales, acuíferos, fuentes, pozos… y que hoy sigue diezmada y abandonada en el medio rural. Cientos de regatos han visto reducidos anchuras y cursos y, en muchos casos, los cursos han desaparecido bajo la acción destructora de los potentes e inmisericordes arados y excavadoras ante la inacción y la negligente actuación de las confederaciones hidrográficas y los ayuntamientos, que siguen dejando hacer y mirando a otro lado.

Gobernantes y políticos pueden hacer más y mejor a pie de terreno en esa lucha contra esta y futuras sequías que serán, advierten los estudiosos, igual o más pertinaces que las ocurridas en tiempos de Franco. El calentamiento global y la falta de agua se combate con políticas de sensibilización ciudadana sobre su uso racional, pero sobre todo con una correcta y cabal política hidráulica en la que prime la sostenibilidad y el sentido común.