La fuente de la ilusión

RODRIGO C. LEÓN / Aranda
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25 jugadores de la cantera del Villa de Aranda han pasado por el primer equipo en los últimos 6 cursos

De izquierda a derecha: Juan Tamayo, Alberto Barbolla, Kevin Grajales, Alejandro Miguel, Víctor Megías, Sergio Tobes, David Tobes, Adrián Torres y Alberto Pinillos. - Foto: Roger Roque

El orgullo de sentir unos colores se crea desde pequeño. O eso dicen las viejas lenguas. En el mundo del deporte tampoco queda exento, e incluso cobra un valor todavía más importante teniendo en cuenta el cortoplacismo reinante. La cantera suele quedar en un segundo plano cuando la cartera aparece... Por ello, solo unos pocos pueden presumir de su rol como formador e integrador en equipo senior. Uno de ellos es el BM Villa de Aranda. La cantera es parte del ADN. Un ADN que nace desde la escuela y guía hasta el primer equipo. 

Hasta 25 jugadores de la cantera se han enfundado la amarilla en las últimas seis campañas. Un reflejo perfecto de la fuente de oportunidades que brinda el Tubos Aranda como catapulta para que los suyos puedan asentarse o bien en su plantel principal, o por clubes de ámbito nacional.

De esta casi treintena de jugadores, Víctor Megías emerge como gran referencia de todos ellos. El actual capitán acumula casi una década en el primer equipo y es el único nombre repetido en estas últimas seis temporadas. Su figura es fundamental en la adaptación tanto de jóvenes como de nuevos fichajes, un estatus que le otorga plena jerarquía dentro del vestuario.

En el curso 18/19, ya eran cuatro los arandinos en el DH Plata. Megías estaba acompañado por Abdella Haddouche, David Velasco y Rodri del Val. A ellos se sumó el debut de Fernando Abajo, que más tarde partiría hacia Salamanca.

Precisamente su hermano Fran haría el camino inverso la siguiente temporada y formaría parte de un plantel en el que Megías, Abde y del Val repetían. Los estrenos de la cantera llegaron de la mano de Sergio y Jorge Calleja.

Con el regreso a Asobal en 2020, la cantera volvería a tener protagonismo. A pesar de que Megías fue el único arandino superviviente, Adri Hernando regresó al club para completar la portería. Con Alberto Suárez a los mandos, hasta siete canteranos gozaron de minutos. Al repetidor Jorge Calleja se unieron Samu del Pozo, Alberto González, Alonso Pastor, Víctor Calleja, Kike Calvo y Alberto Montiel. Este último con récord incluido al ser el debutante más joven de la historia de la categoría a sus 15 años y 349 días.

El descenso a Plata supuso también la vuelta de Marcos González desde Salamanca para apuntalar el pivote. A él se unieron otros jóvenes como Kike Calvo, Montiel o González (ya asentados) y los estrenos de Mario Brogeras y Alberto Barbolla.

El pasado curso, hasta seis arandinos formaron parte del primer equipo: Megías, Hernando, González, Montiel, Marcos y el anhelado regreso de Pinillos desde UBU San Pablo. Además, tres debuts desde el juvenil: Adrián López, Alejandro Miguel y Carlos Pizarro.

Esta dinámica con Pinillos volvió a repetirse esta temporada con Tamayo, que también retornó a casa para vivir los debuts de otros compañeros como Sergio Tobes o la presencia de jugadores del filial como Diego Solano o Sergio Calleja.

Y es así como la fuente de la ilusión inunda cada temporada el Tubos Aranda. Un equipo que dentro de su ADN y filosofía guarda un hueco también para su faceta formadora.