6.000 gallinas ecológicas en Torrepadre

I.P.
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Sergio Iván Sainz lleva 5 años luchando por sacar adelante un proyecto avícola. Tuvo que desistir de meter pollos y hacer matadero, pero ahora los trámites de la explotación avanzan

El joven agricultor delante de la parcela de tres hectáreas en la que construirá la nave avícola. - Foto: Luis López Araico

Tiene 28 años y muy claras sus ideas. Desde el año pasado es agricultor, cogiendo el relevo de su padre, y ya ha planificado cómo quiere su explotación agrícola y ganadera. Siembra unas 90 hectáreas de cereal y girasol, fundamentalmente, pero como joven con ímpetu está decidido a diversificar la explotación los próximos años; así quiere introducir pistachos y colmenas, unas 300 para empezar.

De momento, el proyecto que está tramitando administrativamente es la granja de gallinas ponedoras ecológicas, cuyo expediente está en el Ayuntamiento, para el pertinente periodo de información pública de dos partes, por una la licencia ambiental, con un plazo de 10 días, y por otra, la autorización de uso excepcional de suelo rústico común para instalar la nave ganadera, con un periodo de 20 días. Una vez que el Ayuntamiento dé luz verde a ambos, el expediente tiene que pasar por la Junta de Castilla y León, al ser una explotación de más de 2.000 ejemplares.

Tras superar estos trámites administrativos, comenzará la obra de la granja, que se ubicará en una parcela propia de 3 hectáreas a unos dos kilómetro aproximadamente del pueblo, tal y como exige la normativa. 

¿Por qué una granja avícola? Iván reconoce que siempre le han gustado los pollos y las gallinas desde pequeño que las ha conocido en su casa y en la de otros familiares, por eso cuando se decidió por hacerse agricultor y montar algo más en el pueblo, pensó en una explotación de pollos en ecológico. Corría el año 2015 y el proyecto no salió adelante porque quería también instalar un matadero propio; pero la burocracia era tan complicada y con tantas ‘pegas’, sobre todo en el tema del matadero, que finalmente desistió, repensó bien por donde tirar y finalmente se decidió por las gallinas ponedoras, también en ecológico. De hecho, este joven agricultora, que está estudiando a distancia un grado superior de Paisajismo y Medio Rural (antiguo grado de Empresa Agropecuaria) en un centro de Valencia, hace también en ecológico la agricultura, convencido de que es la mejor manera de cuidar el medio ambiente. Por eso, no de inicio, pero sí más adelante, piensa instalar en la explotación avícola placas solares para autoabastecerse. La conciencia ecológica la tiene muy arraigada y es irrenunciable en su proyecto de vida en el medio rural.

En cuanto a la granja de gallinas, se ubicará en una finca de su titularidad de 3 hectáreas, de las que 1.000 estarán ocupadas por la nave propiamente dicha y el resto de terreno rodeándola, como una especie de patio vallado de más de 12.000 metros cuadrados, explica Sergio Iván, para que las aves campen a sus anchas durante buena parte del día, mientras que por la noche se meterán en la granja, en sus respectivas jaulas. «Esta forma de criar las gallinas es sostenible y no produce estrés a los animales porque están en libertad, y además comen pienso de mejor calidad», argumenta el joven.

Aunque el expediente para las licencias de la granja -sin matadero- está en trámites, él ya tiene el proyecto redactado e incluso, acordado el proveedor de las gallinas y del pienso, así como el comprador de los huevos. Cuando las aves dejen de poner, las puede llevar a cualquier matadero para sacrificarlas. No ha dejado nada al azar, así que en cuanto los permisos estén aprobados, todo irá rápido, porque las naves actuales se levantan en poco tiempo. 

Proceso automatizado. En cuanto al interior de la granja, las gallinas se distribuirán en dos lotes, de 3.000 gallinas, cada una con sus cintas transportadoras de los huevo y las heces. 

Todo el proceso están automatizado, a través de esas cintas transportadoras. Las gallinas pondrá los huevos en los nidales, desde donde pasan a la cinta que los lleva a una sala de clasificación de los huevos. De igual manera, otra cinta se encarga de llevar las heces a un sinfín para evacuar a un remolque, esparcidor o a un lugar de desechos para poderlos sacar del recinto. Todo con la medidas de seguridad e higiene que marca la normativa para este tipo de explotaciones. 

Sergio Andrés se ha embarcado en esta aventura que supondrá una fuerte inversión, pero que da por buena porque es su proyecto de vida en el pueblo. Como joven agricultor desde el pasado año, ya ha solicitado las ayudas pertinentes a la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta, por incorporación a la actividad del campo.