Guardias civiles denuncian que aún no tienen test masivos

F.L.D.
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La Policía Local y Bomberos ya los han realizado y la Nacional lo hará la semana que viene. La AUGC se queja de la inacción de la Comandancia para evitar los contagios, pues, aseguran, ni tienen material ni se está desinfectando debidamente

Una patrulla durante la Operación Jaula - Foto: Patricia González

A muchos guardias civiles de la provincia no les sorprende que sean los que más contagios acumulan desde que se decretó el estado de alarma. De hecho, en lo que se refiere a Burgos, el Instituto Armado es el único de los cuerpos policiales que ha contado con personal afectado por la covid-19, aunque no hay datos concretos de cuántos. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), estima que al menos han sido seis, aunque al no contar con información oficial temen que hayan podido ser alguno más. En su opinión, la situación es lógica, pues denuncian que no se está dotando a los agentes del material, no se está desinfectando instalaciones y vehículos debidamente y, lo que consideran más grave, no se están realizando test, cuando en otras fuerzas de seguridad y en otras provincias sí han hecho pruebas. 

Los efectivos de la Policía Local han sido los primeros en someterse a estos test. De hecho, los hicieron la semana pasada, mientras que la Nacional lo hará la semana que viene. En la Benemérita, sin embargo, aún no tienen noticias ni fechas concretas. Esta cuestión llama mucho la atención en el seno de la AUGC, pues en otras provincias, como en Soria, la Comandancia sí ha facilitado las pruebas y ya las ha pasado la totalidad de la plantilla, mientras que en Salamanca y Valladolid también se han anunciado. En Burgos no son generalizados, sino que solo se someten a ellos los que presentan síntomas. «Es sorprendente que no sepamos nada. Hay una gran inseguridad entre los guardias civiles,  porque no solo tenemos la incertidumbre de no saber si estamos contagiados y que podamos llevarlo a casa, sino que, teniendo en cuenta que trabajamos de cara al público, es un riesgo para el resto de la ciudadanía», reconocen fuentes consultadas por este periódico. 

La agrupación sindical también denuncia que la Comandancia les haya dejado desamparados a nivel sanitario, pues se han dado casos en los que personas con síntomas se han visto envueltos en la tesitura de no saber si se tiene que encargar los servicios de la Guardia Civil o de la Junta de Castilla y León. Por ejemplo, un efectivo se sometió a un primer test porque mostraba síntomas y dio negativo, pero el malestar continuó varias semanas y se ha quedado en tierra de nadie. Es decir, que el servicio de salud y el Instituto Armado se van pasando la pelota sobre dónde se debe someter a la prueba. 

La sensación de desprotección va más allá de los test. Y es que, según denuncia la AUGC, en la Comandancia de Burgos no se han realizado las labores de desinfección adecuadas, ni de instalaciones ni de vehículos. Si ponemos de ejemplo nuevamente a la Policía Local, los funcionarios acuden al almacén municipal cada vez que terminan el turno para limpiar coches y material. Mientras tanto, según denuncia el sindicato, en la sede de la glorieta de Logroño aún no se ha fumigado los garajes, como tampoco otros cuarteles de la provincia ni el transporte de las patrullas. «Lo peor», apuntan, «es que no dejan que personas externas al cuerpo ayuden en esas labores». Algunos guardias civiles, subrayan, «se sienten más arropados por los vecinos que por los jefes». 

Hace unos días, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, señaló que la tasa de contagio en la Guardia Civil era superior a la del resto de los cuerpos y achacó este hecho a que los agentes tienen una mayor convivencia en los acuartelamientos, donde comparten viviendas. Para el sindicato, esta es la «disculpa fácil» para no explicar las circunstancias concretas de esa inseguridad que tienen los profesionales y el por qué de tantos casos de coronavirus. 

En el caso de Burgos, de los seis positivos que se conocen hasta el momento solo dos viven en la casa cuartel, donde, recuerdan, residen 100 familias. «Esa teoría del ministro no es aceptable. Se debe estudiar si existe una falta de medios o el hecho de que no se reserve personal», advierten desde la AUGC.