La Catedral de Burgos estrenará a finales de octubre o primeros de noviembre su nueva iluminación exterior. Un alumbrado acorde a la belleza del templo gótico y que potenciará en horario nocturno el atractivo turístico monumental de este conjunto único con un sistema que, controlado de forma remota y con luminarias más eficientes energéticamente, realzará las partes arquitectónicas más singulares del edificio.
La idea del proyecto es que con la nueva iluminación se resalten elementos concretos o se perfilen determinados contornos de esta joya arquitectónica, de modo que el espectador consiga verla casi en 3D. «Lo que había hasta ahora era una iluminación plana; lo que vamos a conseguir es destacar puntos como pináculos, ventanales o cresterías que son difíciles de apreciar a la luz del día», explica Miguel Ángel Ortega, arquitecto de la Catedral, que trabaja muy de cerca con Patrimonio, el Ayuntamiento y la empresa madrileña Varona Energía en la ejecución de los trabajos.
Cuando la instalación esté acabada, los ciudadanos podrán admirar la Catedral desde cualquier punto de la ciudad y redescubrirla de una manera diferente, con una luz más cálida. Así, la intervención busca el contraste de toda la arquitectura del templo, es decir que se vean de noche todos los elementos más significativos para intentar lograr un relieve de la 'piel' exterior. El proyecto, una vez finalizado, situará esta joya gótica al nivel lumínico de los monumentos más importantes del país, dado que tan solo las catedrales de Ávila y de Sevilla cuentan con un sistema similar al que estrenará Burgos.
(Más información, en la edición impresa de este miércoles de Diario de Burgos)