El pueblo de izquierdas que quiere una iglesia

M.J.F. / Briviesca
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Los vecinos de Reinoso, el segundo municipio más pequeño de la provincia y con alcalde de IU, piden la construcción de una capilla sobre las ruinas del antiguo templo local

Reinoso  es, con tan solo 11 habitantes, el segundo municipio más pequeño de la provincia burgalesa y de los pocos en los que gobierna Izquierda Unida. Sus vecinos han pedido al alcalde, Álvaro Vilumbrales, que negocie con el Arzobispado la construcción de una nueva iglesia en el pueblo, ya que la anterior se desmoronó hace 25 años. Actualmente, solo quedan en pie la torre y la fachada del ábside. Los escasos habitantes del pueblo dicen que se conforman con una pequeña capilla.

Lo que tienen claro es que les gustaría que estuviera situada en el mismo lugar que la antigua iglesia. Pero en el aire están varias interrogantes: ¿las autoridades eclesiásticas cederán el terreno? ¿quién pagará el nuevo edificio y qué otros usos podrá tener?. El párroco de Briviesca, Julián Galerón, confirma a DB que «hay intención   de llegar a un acuerdo». Los pocos oficios religiosos que se celebran en Reinoso a lo largo del año (funerales o fiestas patronales) se realizan en un salón municipal. «Creemos que para los entierros es más apropiado tener una pequeña capilla», comentan varios vecinos.

En el cercano pueblo de Castil de Peones, tampoco tienen iglesia. Comenzó a derrumbarse hace más de 15 años y desde entonces, los oficios religiosos se celebran en un edificio municipal. «Solo tenemos misa en verano, todos los sábados; en invierno viene el cura cuando hay algún entierro», comentan varios paisanos. El alcalde del municipio, Gregorio Ortega, tiene planes para la prácticamente demolida iglesia en la que apenas quedan en pie la espadaña y algunos muros. Recientemente, el regidor ha presentado a la Diputación Provincial un proyecto para   construir en el mismo emplazamiento un centro sociocultural. El  Consistorio pide una subvención para afrontar los 100.000 euros que costaría la nueva edificación. El terreno ya ha sido cedido por las autoridades eclesiásticas.

En la comarca burebana, la conservación de las iglesias es una preocupación permanente dada la carga simbólica que tiene para los vecinos. En el último reparto de las ayudas contempladas dentro del ‘convenio de las goteras’, que financian Diputación y Arzobispado, han entrado tres templos burebanos.  El primero de ellos en meterse en arreglos ha sido el de Castil de Lences.

La intervención afecta a la cubierta de la nave principal que será totalmente renovada. Esta iglesia se abre al culto cinco veces al año y además se permite la entrada de los turistas. La localidad cuenta con un monasterio de clarisas que posee una iglesia propia donde se celebran habitualmente los oficios religiosos. El templo de Calzada de Bureba también recibirá fondos de Diputación y Arzobispado. En este monumento, las mejoras afectarán a la cubierta.

La tercera iglesia de La Bureba incluida dentro del ‘convenio de las goteras’ está ubicada en Santa María del Invierno.  La idea es pintar y limpiar la zona del altar. El templo, cuyo tejado fue renovado hace ocho años, se abre al culto en los meses de verano. Durante el invierno, los oficios religiosos se celebran en un local municipal de dimensiones más reducidas y dotado de calefacción.La iglesia de Aguilar de Bureba también espera un arreglo.