En mayor o menor medida la mayor parte de la ciudadanía vive endeudada. Recurre a los bancos para acceder a préstamos que permitan afrontar diversos gastos e inversiones en las familias, y del mismo modo, el Ayuntamiento necesita acudir a las entidades bancarias para poder sacar adelante algunas inversiones y costear el mantenimiento de los diversos servicios que ofrece.
Eso conduce a que en la actualidad el Ayuntamiento deba una cantidad que ronda los 530 euros por cada ciudadano mirandés, lo que hace una deuda acumulada de 19.361.000 euros, en base a los datos que maneja el Ministerio de Hacienda sobre la deuda viva de las entidades locales, y que al ser a 31 de diciembre de 2014 y no contemplar los seis primeros meses de este año habrán bajado en varios cientos de miles.
La cifra puede parecer de inicio elevada, pero lo cierto es que el Ayuntamiento mirandés está en una situación bastante buena en lo que a endeudamiento se refiere, rondando el 60% de sus derechos liquidados netos, en un sistema de financiación local que permite endeudarse sin mayor problema hasta en un 110% de esos derechos o incluso hasta un 125% siempre el Ministerio dé el visto bueno.
De esa cantidad, que supera los 19,3 millones, hay que restar la parte que Hacienda incluye como deuda y que no corresponde a la de los bancos, sino a la que tiene el Ayuntamiento con la propia Administración General del Estado en base a la participación en los tributos del Estado, que en unos ejercicio sale a devolver por parte del Ayuntamiento. Así, la deuda real con los bancos supera los 18,1 millones, ya que los casi 1,2 restantes serían por los tributos del Estado.
A esa reducción se llega por varias vías. La principal, el no seguir aumentando la deuda dejando de pedir préstamos, y en paralelo hay que ir devolviendo a las entidades lo que se ha venido pidiendo desde hace más de una década. Por ejemplo en este 2015 se pretende amortizar 2.940.000 euros, dinero que se devolverá a los bancos, aunque hay otras dos operaciones especiales que van a permitir cerrar este 2015 con una notable bajada de la deuda.
Por un lado se ha optado por renunciar a la solicitud del créditos de 400.000 euros que se planteaba a en los presupuestos para inversiones, ya que se cree posible hacerlas con el remanente de tesorería de 2014. Por otro, en el mes de marzo se decidió hacer una devolución anticipada de parte de los créditos existentes, de tal forma que el Consistorio acordó devolver más de 800.000 extras este año, que sumados a los más de 2,9 previstos, harán que se devuelvan más de 3,7 millones, o lo que es lo mismo 100 euros por cada mirandés, lo que llevará a la deuda a cifras ya muy alejadas de los 20 millones.
«Estamos en márgenes muy buenos, y no debe alarmar que se deba dinero, es normal que estemos endeudados. El Ayuntamiento tiene 19 millones de endeudamiento a largo plazo, pero hablamos de presupuestos de hasta 45 millones de euros, es como si un ciudadano tiene una nómina de 1.800 euros y debe 300 euros», ejemplifica la concejala de Hacienda, Laura Torres.
Analiza cómo además ninguna administración podría devolver la deuda en un solo ejercicio, y recuerda que es una deuda que procede de muchos ejercicios y que ha permitido hacer inversiones durante las últimas dos décadas.
Otro cambio importante que se recoge en las cuentas vinculadas a los préstamos que tiene el Ayuntamiento es el del pago de los intereses, ya que además de tener que devolver el montante prestado se tiene que hacer frente a los intereses que los bancos ponen para conceder los créditos. Este año habrá que pagar 410.000 euros en concepto de intereses, lo que supone menos de la mitad de los 875.000 euros que se abonaron durante el pasado año. «Gracias a la renegociación del préstamo de más de 6 millones que tuvimos que pedir para el pago a proveedores los intereses han bajado mucho, ya demás ahora las entidades financieras ofrecen tipo bastante más bajos», corrobora la edil.
Con este panorama, y una situación de deuda viva bastante buena, el Ayuntamiento va a poder afrontar los próximos presupuestos municipales de una manera bastante holgada y, sobre todo, con un margen de maniobra bastante bueno de cara a poder solicitar nuevos préstamos que permitan ejecutar algunas de las inversiones comprometidas. Y es que sin el recurso del endeudamiento algunas obras a acometer en la presente legislatura, como la nueva piscina climatizada o la reforma de algunas calles, serían inviables porque el grueso del dinero que ingresa el consistorio por otras vías como los impuestos o las transferencias de otras administraciones van casi de forma exclusiva para el gasto corriente, es decir, para el pago del personal, la compra de bienes y servicios y el mantenimiento de las instalaciones.