Burgos también es líder en 'Granolas'

G. ARCE / Burgos
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Dos de las 11 mayores empresas por capitalización bursátil en Europa, GSK y L'Oréal, disponen de fábricas destacadas en la provincia desde hace décadas, claves para sus grupos y en la balanza comercial local

Villalonquéjar es uno de los centros de producción de productos capilares de L'Oréal más importantes de Europa. - Foto: Patricia

El común de los mortales las pueden asociar a un desayuno de copos crujientes de avena, miel y frutos secos, aunque las 'Granolas' son, en el argot bursátil, once empresas europeas gigantescas, tan gigantescas que compiten con éxito en los mercados bursátiles mundiales con las aún más grandes tecnológicas norteamericanas, conocidas en el ámbito financiero por un acrónimo menos gastronómico, las Faang.

Desde que Goldman Sachs acuñó este término en uno de sus informes hace cuatro años, las 'Granolas' están de moda y cotizan al alza. El término surge de la primera inicial de la denominación de las empresas más grandes por capitalización en el mercado europeo: GlaxoSmithKline (GSK), Roche, ASML, Nestlé, Novartis, Novo Nordisk, L'Oréal, LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy), AstraZeneca, SAP y Sanofi.

Son firmas globales, aunque en el caso de la 'G' y de la 'O' se cruzan en un mismo camino: son dos de las principales empresas radicadas en Burgos, multinacionales del sector farmacéutico (inglesa) y cosmético (francesa), con plantas clave en Europa operativas desde hace muchos años en Aranda de Duero y en el polígono de Villalonquéjar, respectivamente. 

Zona de producción de la fábrica farmacéutica de GlaxoSmithKline en Aranda de Duero. Zona de producción de la fábrica farmacéutica de GlaxoSmithKline en Aranda de Duero. - Foto: GSK

No hay muchas provincias españolas en las que confluyan tanta gran industria y tan relevante desde el punto de vista bursátil junta, lo que también diferencia a Burgos, que además dispone de más grandes nombres en el sector de la automoción y la alimentación, principalmente. 

Fármacos y cosmética son palabras mayores en nuestro comercio exterior. Suponen -por este orden- casi el 23% de las exportaciones anuales de la provincia al resto del mundo, 830 millones de euros en el balance provisional del pasado ejercicio sobre un total de 3.644 millones en ventas internacionales. 

Son cifras que, a tenor de la cotización de las empresas que las generan, no van a descender, para beneficio de las mismas e, indirectamente, de Burgos, donde se fabrican millones de unidades cada año de los productos que las dan prestigio y valor en los mercados. 

La 'G' y la 'O' reúnen, además, más de 1.200 puestos de trabajo directos en la provincia, la mayor parte de gran especialización, y otros muchos más indirectos que implican a un nutrido universo de pymes locales, logística, transporte, proveedores...

Competidoras. Las 'Granolas' tienen su razón de ser y su origen en su competencia con las denominadas 'Faang', acrónico que suena a nada, pero que esconde a compañías tan cotidianas en el día a día del mundo moderno como Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google. Es decir, estamos ante la gran industria europea tradicional frente a los gigantes tecnológicos globales y norteamericanos.

José Luis Martín Carretón, asesor de inversión de Renta 4 en Burgos, reconoce que nunca había vinculado las 'Gramolas' con el desayuno, pese a que es un término que suele utilizar en su día a día en la oficina. 

De hecho, es la forma más sencilla, detalla, de denominar a la primera línea de la gran industria europea, vinculada a las grandes marcas de consumo, al lujo, a las vacunas clave contra la pandemia, a la alimentación o a fármacos como el que ha desarrollado Novo Nordish (el Ozempic y el Wegovy) contra la diabetes y que también actúan contra la obesidad, cuyas ventas astronómicas han permitido aumentar hasta en un 2% el Producto Interior Bruto (PIB) de Dinamarca en el último trimestre del año 2023.

Las 'Granolas' elaboran vacunas contra la covid, tratamientos contra el cáncer, jarabes, analgésicos, chocolates, comida para mascotas, maquillajes, perfumes, champús, vinos, licores, champán, relojes, joyas o alta costura, entre un enorme universo de productos de uso cotidiano. 

Son también tecnológicas y europeas, como ASML, fabricante de los estratégicos semiconductores que tanto han escaseado tras la pandemia al estar en manos asiáticas, o proveedores de software como la alemana SAP, que también es una de las referencias en el desarrollo de la Inteligencia Artificial.

A diferencia de las 'Faang', que cotizan en los Estados Unidos, las 'Granolas' lo hacen en diferentes mercados europeos, como el francés, el alemán, el danés, el suizo, en Países Bajos y también en el Reino Unido. En los últimos doce meses, subrayaba esta semana la CNN, han representado el 60% de las ganancias del índice bursátil de referencia en Europa. 

IA y obesidad. Desde una óptica bursátil, explica Martín Carretón, los valores europeos son considerados «más defensivos» que los norteamericanos. «Las tecnológicas y startup son empresas de gran crecimiento, aunque tienen una predicción de resultados mucho más difícil por la volatilidad de su facturación, de sus ingresos, beneficios o su evolución. La industria tradicional ofrece unos dividendos más predecibles en su diagnóstico y su volatilidad en el mercado es menor».

Hay que matizar que detrás de las grandes tecnológicas está el desarrollo de implantación de la Inteligencia Artificial, que está impulsando una nueva revolución cuyos horizontes son aún inimaginables, incluso mucho más que los de los fármacos que han logrado la dosis perfecta para atacar uno de los males de nuestro tiempo, la obesidad. 

«Lo de 'Granolas' es un término acuñado y muy utilizado por las grandes empresas de análisis, entre otras cosas, porque diferencia el tipo de empresas y sectores a los que nos referimos. Ellas lo adoptan y el resto hacemos lo propio, creando un vocabulario bursátil».

A partir de ahora, cuando desayune su tazón de cereales escuchando la radio o leyendo la prensa económica, piense en Burgos.