El número de viticultores en Ribera cae a los niveles del 2000

L.N.
-

En el sector atribuyen el descenso a una mayor profesionalización, de forma que cada agricultor gestiona más parcelas. De hecho, la superficie adscrita a la DO creció de 25.000 a 26.120 hectáreas durante 2022

El número de viticultores en Ribera cae a los niveles del 2000 - Foto: Jesús J. Matías

El número de viticultores en la Ribera del Duero encadena ocho años de descensos consecutivos hasta sumar en la actualidad un total de 7.536, lo que supone la cifra más baja en los últimos 20 años. Toca remontarse al 2000 para dar con un dato inferior: 7.280. Según el registro del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, se ha producido una disminución paulatina, de manera que se ha pasado de 8.422 viticultores en 2014, a 8.344 en 2015, 8.255 en 2016, 8.220 en 2017, 8.148 en 2018, 7.894 en 2019, 7.889 en 2020 y 7.877 en 2021.

Este descenso se explica, en parte, por la creciente profesionalización del sector. Así lo apunta el vicepresidente de Asaja, Javier Arroyo, quien considera que "cada vez hay más viticultores profesionales porque muchas personas que antes se ocupaban de media o una hectárea ahora las venden o arriendan". A su juicio, se trata de "una buena noticia" en tanto en cuanto el número de hectáreas ha aumentado y cada vez más personas viven exclusivamente del viñedo. De acuerdo con los datos del Consejo Regulador, la superficie en 2022 ronda las 26.123 hectáreas frente a las 25.035 que había en 2021.

Además, Arroyo destaca que está creciendo el número de jóvenes viticultores y que en la Ribera del Duero "las nuevas incorporaciones vienen ligadas a la viticultura, tanto hombres como mujeres, mientras que antes se relacionaban con el cereal o la ganadería". Y eso, continúa, que "no es fácil por el tema económico" ya que la inversión en plantaciones y maquinaria es elevada. "Pero el prestigio va a más, es lo que se demanda", sostiene.

Unas circunstancias que encajan con la trayectoria de Tomás Bueno. Se dedicaba al mantenimiento de ascensores, pero a raíz de la jubilación de su padre y su suegro decidió cambiar de rumbo y dedicarse a la viticultura. Empezó hace 10 años y ahora suma unas 20 hectáreas repartidas entre Zazuar, Aranda y Guma. "Al final, hay gente que se jubila y vamos ampliando las explotaciones. Yo he absorbido las parcelas que llevaban 4 viticultores", explica Bueno, socio de Asaja, mientras detalla que no es nada fácil comprar terreno "porque no se vende y porque si los dueños no te conocen son reacios".

10.000 euros por hectárea. A sus 35 años, Eduardo Izquierdo, viticultor en Gumiel de Mercado, constata que empezar de cero resulta complicado por la inversión y las dificultades para encontrar terreno. Según apunta, la hectárea de tierra para plantar ronda los 10.000 euros, "aunque varía mucho". De viñedo en producción, "depende del terreno y del tipo de viña". A ello se suma el coste creciente de fertilizantes o lo costoso de lograr permiso para una instalación de riego.