Delante y tras la cámara, ribereñas

I.M.L. / Aranda
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La arandina Mónica Núñez se estrena en su tierra como fotógrafa con una exposición de retratos donde extrae la belleza que hay en todos los cuerpos

Mónica Núñez junto a uno de sus retratos, detonante de esta muestra. - Foto: I.M.L.

Retratar las cicatrices, la piel desnuda de la mujer poniendo el foco en las imperfecciones que hacen única a cada una de ellas, que relatan historias de vida, historias reales, todas con su belleza intrínseca. Eso es lo que se puede disfrutar en la sala de exposiciones de Cultural Caja de Burgos en Aranda de Duero hasta el 25 de febrero de la mano de una arandina, Mónica Núñez, y de muchas ribereñas, las modelos que han confiado en su visión, su tacto y su sensibilidad con la cámara fotográfica para dejarse retratar y conformar esta exposición, con un título que utiliza una frase hecha, Mujer tenías que ser, para darle la vuelta y dotarla de otro significado. «Al final, nuestros cuerpos siempre son juzgados y estamos sometidas a presión social, física y de imagen, pero tenemos que sentirnos orgullosas de ser mujer», explica la autora de estos retratos artísticos cargados de sentimiento y empoderamiento.

Mónica Núñez se inició en esto de la fotografía tras el fallecimiento de su padre, como una distracción, acudiendo a los cursos de fotografía que imparte Mario Pascucci en la asociación EnCuadra. Luego conoció en un taller monográfico a Charo Guijarro y descubrió que el retrato va más allá de una cara fotogénica. «Ella es como mi mentora, me voló la cabeza con el mundo del retrato, me gustó mucho esa intimidad, el mundo del desnudo, en definitiva, fotos de piel porque es un momento en el que no te puedes esconder», reconoce para confesar que, muchas veces, «es un reto conseguir que se muestren así, muchas veces vulnerables pero otras con toda la energía y tu eres la que tienes más miedo que ellas», a pesar de que «muchas de estas modelos son gente de mi entorno».

Su primera sesión de retratos, bajo el epígrafe de Cicatrices, le marcó. Fotografiar a Ascen, que ahora es la protagonista de esta exposición, le llevó a continuar con esta serie de retratos, huyendo de lo que se ve en las revistas. «Es una mirada a la realidad, si hay cicatrices, si hay marcas, yo no voy a retocar, y cuantas más imperfecciones, más me gusta, la realidad de las mujeres es tener cuerpos normativos, enfermedades, partos o cualquier circunstancia», reivindica Mónica.

Recorrer estas fotografías, que están acompañadas por frases de la propia fotógrafa, con la mirada invita a romper barreras, a meterse en la piel de estas valientes modelos y abrazar la realidad de cada cuerpo para aprender a amarse.