Uno de cada cuatro muertos en carretera no llevaba el cinto

FERNÁN LABAJO
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La Jefatura Provincial de Tráfico no se explica por qué tras la covid-19 han detectado más esta infracción y advierte de que el riesgo de fallecer o de sufrir heridas graves aumenta

Uno de cada cuatro muertos en carretera en Burgos en la última década no llevaba el cinto de seguridad y Tráfico alerta de que se usa menos. - Foto: Alberto Rodrigo

Las investigaciones de la Guardia Civil sobre el primer accidente mortal de este año en las carreteras burgalesas concluyeron que el conductor del turismo que chocó contra un tractor en la N-120 a la altura de Fresneña, un hombre de 60 años, no llevaba puesto el cinturón. Lamentablemente, y pese al uso extendido de este elemento de seguridad, no sorprendió en la Jefatura Provincial de Tráfico. El año pasado hubo siete personas que perdieron la vida y tampoco lo llevaban. Y en 2021, seis. Advierten desde este organismo que, de un tiempo a esta parte, los conductores han retrocedido y vuelven a incumplir una norma que parecía completamente interiorizada. 

No saben explicar muy bien el motivo de este fenómeno. Desde luego, coincide con la irrupción de la covid-19, pero aun así en la Dirección General de Tráfico no quieren poner en ella el foco. «No sé qué motivo sociológico hay detrás de esta circunstancia. Tal vez tengamos que ponerlo en el mismo nivel que el consumo de alcohol y drogas o la velocidad, que también han aumentado. Desde luego, nos preocupa bastante porque pensábamos que había una concienciación generalizada», expone el jefe provincial, Raúl Galán. 

Según los datos facilitados por la administración que dirige, en los últimos diez años han perdido la vida en las carreteras 270 personas. De ellas, 68 no llevaban puesto el cinturón de seguridad, lo que equivale a uno de cada cuatro fallecidos. Hubo ejercicios especialmente preocupantes, como 2017, en el que 12 de los 25 muertos en vías interurbanas no usaron el cinto. Pero es que, además, el porcentaje de heridos graves durante este periodo también es superior al de los leves. 

«Esto muestra que el hecho de no llevar el cinturón de seguridad multiplica las posibilidades de que, en caso de accidente, las consecuencias sean peores. Sin ir más lejos, hace unos días hubo un accidente en Galicia en el que fallecieron cuatro jóvenes al caer por un terraplén. Uno de los que se salvó fue porque hacía uso del cinto», puntualiza el jefe de Tráfico. 

Se produce, además, una cuestión paradójica. Y es que, pese a incrementarse el número de personas que no hacen uso de este sistema de retención detectadas en los diferentes controles, sigue siendo un número escaso. «En las campañas que realizamos anualmente el número de sanciones no llega ni al 1%. Tampoco las cámaras que colocamos en su día para perseguir esta infracción o la distracción con el móvil están detectando una elevada cantidad. Pero cuando ocurre un accidente, resulta que nos encontramos con que muchos no lo llevaban», añade Galán. 

Sorprende también el hecho de que, a día de hoy, los vehículos cuenten con sistemas de alerta en caso de no llevar puesto el cinto y, sin embargo, haya quien haga caso omiso con diferentes artimañas. «Los hay que directamente se lo ponen por detrás, no sé muy bien por qué. Otros son más sofisticados y acuden a los desguaces para comprar anclajes, les cortan la cinta y los ponen para que no pite. Es algo que no tiene lógica, pero se hace», lamenta el jefe provincial. 

Por el momento no está previsto aumentar las campañas de concienciación, pero no se descarta. Raúl Galán recuerda que hay otras cuestiones como la velocidad, las distracciones o el consumo de alcohol que también han aumentado y sobre las que deben incidir.