La herencia de una mirandesa pagará la reforma de la Policía

ARSENIO BESGA / Miranda
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El Ayuntamiento de Miranda se desprenderá de cuatro inmuebles situados en el País Vasco que le legó una vecina. La obra supone una reestructuración de la sede de los agentes municipales y costará más de 330.000 euros

La reforma implicará una ampliación del primer piso y eso permitirá redistribuir los espacios en la planta baja. - Foto: Jesús J. Matías

Pilar Barredo falleció en 2017 y dejó escrito en su testamento que todas sus posesiones debían tener como destinatario el Ayuntamiento de Miranda. Entre las cuestiones que legó a la administración municipal, había casi 370.000 euros en capital y, además, cinco inmuebles diferentes. Asimismo, tras aceptar la herencia, el Consistorio ya ha determinado en qué invertirá esas partidas. Por una parte, según confirma la concejala de Hacienda y Patrimonio, Matilde Fernández, el dinero líquido se destinará a los gastos. Por otro lado, adelanta que la venta de  cuatro de las propiedades recibidas servirá para financiar la reforma prevista en la sede de la Policía Local.

En particular, el Ayuntamiento tiene previsto sacar a subasta todos los inmuebles que Barredo le legó, salvo el 49,9% de un piso que está en Miranda. Las propiedades que pretende enajenar se sitúan en el País Vasco. Concretamente, una es una vivienda en Guecho y, además, en Bilbao se encuentran un apartamento, una lonja y un camarote. En este sentido, aunque la edil de Patrimonio explica que la tasación debe volver a realizarse antes de la venta, lo que sí se conoce ya es el presupuesto de la obra que desean acometer en la comisaría. El precio de licitación de esa intervención ascenderá hasta los 331.000 euros, incluyendo los impuestos.

Según figura en el proyecto desarrollado por un arquitecto para el departamento de Seguridad Ciudadana, la reforma de este edificio supondrá un cambio radical en la distribución interior. En la parte de abajo de está previsto eliminar los vestuarios, con el fin de colocarlos en la planta superior, de tal manera que las mujeres contarán con mucho más espacio que en la actualidad. Asimismo, estas nuevas dependencias destinadas a los agentes contarán con baños propios en los que se instalarán duchas, inodoros, retretes y las pertinentes taquillas.

Además, aunque en la zona elevada se mantendrá el almacén dentro del torreón, lo cierto es que la parte superior sufrirá bastantes más cambios. Conforme a la descripción que figura en el proyecto, para poder ampliar esa área debe estirarse el forjado hasta unirlo con la fachada principal del edificio. Con ello, la altura a la que está el techo del vestíbulo se reducirá considerablemente.

Entre la planta baja y el primer piso se eliminará la escalera de caracol y se sustituirá por una estructura dividida en tramos rectos para mejorar la seguridad de las instalaciones. Unido a ello, según se observa en el plano, quedaría un hueco reservado para un ascensor.

Con todo, la reforma de la zona superior permitirá redistribuir los espacios en la planta inicial de la comisaría. En este aspecto, el comedor permanecerá bajo la torre, pero la actual sala de briefing se usará como archivo de la Policía Local. Asimismo, tras las obras se cambiará de ubicación el armero, a fin de colocarlo en una sala separada que contará con la conocida como «caja fría», un elemento clave para que los agentes puedan cargar y descargar sus armas estando protegidos por tres paredes especiales que evitan daños en caso de que haya un disparo accidental.

Por su parte, el despacho del edil responsable de este departamento se quedará exactamente igual a como está ahora mismo. No obstante, la sala destinada al mayor de policía se dividirá en dos secciones para albergar un nuevo entorno específico para los inspectores. Unido a ello, la zona donde se atienden las llamadas y la de retén ganarán unos metros, pero eso no evitará que se creen unas dependencias especiales para los objetos perdidos y los servicios de grabación.

Finalmente, la parte destinada al trabajo relacionado con los atestados se trasladará a una sala más grande y la zona que en la actualidad se utiliza para ese fin pasará a albergar el espacio de multas. De esa manera, se contará con una gran área de administración general. Por otro lado, el lugar vacío que dejarán los vestuarios masculinos de la planta baja se reestructurará para reunir allí un despacho único de oficiales. Eso sí, el piso que está a ras de suelo mantendrá tres baños: uno masculino, otro femenino y uno para personas minusválidas.