La creación de empleo en la industria de Aranda se ralentiza

L.N. / Aranda
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Fuentes del sector indican que la viticultura es la excepción ya que el número de ofertas de trabajo en las bodegas "sigue fuerte". Mientras, se agravan las dificultades para hallar oficios puros en la construcción

La creación de empleo en la industria de Aranda se ralentiza - Foto: Jesús J. Matías

Se atisban nubarrones en el horizonte. Al menos así se empieza a percibir en el sector industrial de Aranda y la Ribera del Duero, donde la creación de empleo se ha ralentizado por la incertidumbre que cunde a nivel nacional e internacional. "En general, las empresas van con cautela y tienen políticas conservadoras, por lo que no hay pretensiones de contratación a la vista", expone Cristina Martín, directora de CTalent Consulting. Algo en lo que coincide el responsable de la plataforma Talento Ribera, Enrique García, quien constata que el volumen de ofertas de empleo procedentes del sector industrial se ha frenado desde finales de julio. "Hay un cierto agotamiento, cierta ralentización. El sector lleva a la no creación de empleo el escepticismo que se vive a nivel global", apunta, en referencia a que no llegan ofertas laborales con tanta alegría como hace unos meses. Si antes recibían dos o tres a diarias, ahora suele haber una potente cada tres o cuatro días. A su juicio, la palabra que más se repite en la industria es "prudencia". Las compañías "ven el futuro con tanta incertidumbre que son prudentes a la hora de crear empleo", agrega al respecto. Este panorama lleva, según afirma Martín, a que las empresas "hablen de mantenerse" debido a la elevada inflación, el aumento imparable de los costes de la energía, la subida de los tipos de interés... "Todo está por las nubes, se preveía que la vuelta del verano iba a ser complicada", advierte. A todo ello García añade la caída que encadena la inversión privada.

Eso sí, con la excepción del sector del vino. García, también director de San Gabriel, asegura que este ámbito se muestra ajeno a la incertidumbre y "medido por la creación de empleo, hay que decir que el número de ofertas sigue fuerte". Según indica, las bodegas de la Denominación de Origen Ribera del Duero e incluso de las cercanas Arlanza y Rueda requieren operarios cualificados que "aporten valor al cuidado del vino y del campo. Son perfiles técnicos". Aquí el problema es más bien otro. Pese a que existen varios grados de Formación Profesional en Aranda ligados a la viticultura y la sumillería o el enoturismo, "no se llega a cubrir ni el 40% de la demanda", afirma.

En este momento, en Talento Ribera suman 183 empresas inscritas y 423 candidatos. Los perfiles que más se demandan, tal como detalla García, son los ligados al mundo del vino, soldadura, robótica, mantenimiento industrial y electrónico. Mientras, desde Eurofirms indican que cuentan con vacantes de técnicos de mantenimiento, mecánicos, repartidores u operarios de producción, entre otros.

"Panorama negro". En paralelo, se agravan las dificultades para encontrar oficios puros. El presidente de la patronal arandina de la construcción (Asecón), Eduardo López, insiste en que "hacen falta todo tipo de perfiles, desde encofradores a albañiles y electricistas". Sin embargo, "no hay relevo generacional ni nadie que quiera aprender estos oficios". A ello se suma que apenas existen grados de FP ligados a la construcción, por lo que atisba un "panorama muy negro". De hecho, López avisa que "de aquí a cinco años no sé qué pasará" porque en la actualidad ya "falta gente" para acometer ciertos trabajos, lo que obliga a las constructoras a dar plazos más largos. "No es que no haya trabajo, el problema es que no hay personal", zanja.