El Burgos CF afronta uno de los retos más complicados de la temporada. Juega en Valencia ante el Levante, sin duda el equipo más en forma de la Segunda División y claro candidato al ascenso. El conjunto valenciano lleva 15 partidos consecutivos en Liga sin conocer la derrota y la llegada al banquillo de Javi calleja ha sido determinante. Su evolución queda reflejada en las estadísticas y su ascenso en la clasificación. ya es tercero y se ha convertido en la principal amenaza para el Eibar y Las Palmas, dominadores hasta ahora de la competición.

Pero el Burgos llega a Valencia sin presión y con el claro objetivo de dar la sorpresa. Después del triunfo ante el Andorra y el empate contra el Málaga ha dejado atrás las malas sensaciones de diciembre ya ha recuperado su espíritu competitivo. De hecho, en Málaga, después de una mala primera parte, reaccionó muy bien en la segunda hasta lograr el empate y estuvo a punto de llevarse la victoria. Precisamente la imagen de esos minutos en el campo andaluz es la que debe trasladar al estadio del Levante.

Para esta Julián Calero recupera a una de sus piezas básicas, Gaspar Campos. Hasta su lesión contra el Eibar en diciembre, era el jugador más en forma, al menos en la parcela atacante. Ya se ha recuperado y la duda es saber si el técnico madrileño lo coloca en el once titular o espera al desarrollo del partido y lo va dando minutos de forma progresiva.

Calero también tiene que decidir su sistema de juego, aunque parece claro que cada vez le gusta más jugar con tres centrales, utilizando a Unai Elgezabal de comodín, ya sea en la zona central de la defensa o unos metros por delante, con Atienza y Raúl Navarro.

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