La mitad de los alcaldes de la Ribera aún duda si continuará

L.N.-I.M.L. / Aranda
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Los regidores de Roa, Fuentespina, Gumiel o Caleruega, entre otros, buscarán revalidar sus cargos para rematar proyectos

Ramón Arribas (Pinilla Trasmonte) y Juan Abel Abejón (Valdeande) ya han decidido que no continuarán como alcaldes de sendas localidades ribereñas.

Cuando quedan menos de cuatro meses para las elecciones municipales, un porcentaje considerable de alcaldes de la Ribera del Duero  se encuentran deshojando la margarita. Dicen que se lo están pensando. Que es pronto para decidir si repiten como candidatos el 28 de mayo. O que todavía no han hablado con sus equipos. Lo cierto es que el cansancio hace mella y algunos, después de tres, cuatro y hasta seis legislaturas, admiten que ya no tienen ni la fuerza ni la ilusión del primer día, pero son conscientes de que en los pueblos cada vez cuesta más encontrar a gente que quiera integrar las listas. Así que, llegado el caso, reconocen que no les quedaría más remedio que continuar. 

Al margen de indecisos, otros tantos tienen claro que buscarán la reelección. Entre quienes apuestan por el 'sí' figuran los regidores de algunos de los municipios más grandes de la comarca, desde David Colinas en Roa de Duero, a María José Mato en Fuentespina, Jesús Briones en Gumiel de Izán o Pedro Luis Miguel en Milagros. Mientras, sólo dos se bajan del barco:Ramón Arribas en Pinilla Trasmonte y Juan Abel Abejón en Valdeande. 

En Roa de Duero, David Colinas ya tiene decidido que optará a revalidar la alcaldía. La pandemia les ha dejado alguna que otra asignatura pendiente y de ahí sus ganas por rematar proyectos y acometer otros nuevos. Después de dos décadas en política, el regidor asegura que tiene «más ilusión que el primer día». Confía en lograr la reforma del parque de La Cava y en recuperar la ladera de El Espolón.

La alcaldesa de Fuentespina, María José Mato, está en el lado de los que sí repetirá. Lo tiene claro, después de un mandato en el que las obras han marcado la labor municipal. «Ahora hay que dar contenido a lo que hemos hecho hasta ahora», asegura la socialista. 

En Milagros, Pedro Luis Miguel también tiene «bastante claro» que volverá a ser candidato. En este momento están volcados en dos proyectos: dar una nueva vida a la casona de Vela Zanetti y que su polígono industrial salga adelante con nuevas inversiones. Además, se marca como reto generar más vivienda y así ganar más habitantes. 

El Ayuntamiento de Caleruega, si los vecinos así lo quieren, podrá volver a estar gobernado por Lidia Arribas. Aunque asegura que queda mucho tiempo, reconoce que «cuesta tanto que la gente se quiera presentar» que no quiere desvincularse de la labor municipal y, junto a su equipo, «vamos adelante».

En Peñaranda de Duero, Fernando Rioja confirma que volverá a presentar una candidatura. Ahora, su idea es continuar y, si vuelve a contar con el apoyo de los peñarandinos, dará «continuidad a la transformación del municipio», donde han sumado varias subvenciones para rehabilitar vivienda de alquiler social, se construirá una depuradora y falta por concluir la cesión del Palacio de Avellaneda para fines turísticos y de hostelería.

Si por él fuera, Jesús Briones seguiría al frente de los proyectos municipales en Gumiel de Izán. «Estoy a disposición del partido», insiste como paso previo a buscar la reelección que, en último término, está en manos de los gomellanos. «Me gustaría acabar lo que hay pendiente, como la parcelaria, la construcción de la depuradora o inaugurar la piscina», enumera los asuntos pendientes después de tres mandatos.

Uno de los alcaldes estrenado este mandado, Antonio Muñoz en Haza, no ha perdido las ganas de trabajar por su pueblo y pretende sumar 4 años. «No da tiempo a todo y tenemos pendientes proyectos como la planta fotovoltaica y seguir con la promoción turística», apunta como retos pendientes.

En Villanueva de Gumiel, Felipe Nebreda repetirá como candidato en mayo. Cuenta prácticamente con todo su actual equipo y confía en lograr el apoyo de los villanovenses para completar la construcción de una depuradora. 

En Santa María del Mercadillo, José Andrés Cuesta aspirará a su segundo mandato. «Seguiremos aunque el desgaste es tremendo, por responsabilidad», dice. ¿La prioridad? Terminar las piscinas. Ahora bien, deja claro que optará a otros cuatro años «y no más». 

En Mambrilla de Castrejón, Ana Isabel Palomino se decanta por el sí, consciente de que se trata de un puesto de responsabilidad que implica «trabajar a tope», como en los ochos años que lleva de alcaldesa. 

En Pardilla, Alejandro Sanz también tiene en mente seguir. Fue alcalde «hace mucho tiempo». Ahora, jubilado, puede dedicar más horas. Proyectos no faltan, como arreglar la casa del cura, que ya es municipal. «Con buena voluntad van saliendo las cosas», subraya. 

En Valdeande, Juan Abel Abejón avanza que se retirará. Suma 16 años en la alcaldía y cree que ha llegado el momento de que otras personas tomen el relevo. Se va, dice, con la satisfacción del deber cumplido y consciente de que un cargo así «no puede ser perpetuo».

En Pinilla Trasmonte, Ramón Arribas se planta. Lo achaca al cansancio y a la falta de ilusión. «Me fastidia, pero sé que otros cuatro años se me harían muy largos». En cualquier caso, apunta que algunos de sus compañeros quizá sí que repitan en las listas. 

En Nava de Roa, Carlos Velasco se da de plazo hasta mediados de mes para decidirse. Lleva cuatro años en la alcaldía. Está contento, pero también cansado. En Olmedillo de Roa, Miguel Ángel Muñoz tampoco ha decidido si será candidato. Suma 36 años en el Ayuntamiento, de los más veteranos de la Ribera. «Sería bueno que llegue gente nueva», dice. En Quemada, Javier Núñez pasa palabra. Lleva 32 años. Se limita a indicar que tiene que hablar con sus compañeros.

En San Martín de Rubiales, Juan Cruz Velasco sigue deshojando la margarita. «Te haces mayor y la ilusión no es la misma, va cansando».

En Vadocondes, Francisco Núñez también se lo está pensando. Avanza que está «bastante contento», pero que aún es pronto para pensar en la cita con las urnas.

En La Sequera de Haza, Roberto Arroyo, en el puesto desde 2003, no se pronuncia. Mientras, la regidora de La Vid, Arántzazu Hernampérez apunta que no lo tiene decidido. Igual que Javier Arroyo en Moradillo de Roa, Alberto Rasero en Villalba de Duero o Teófilo de Pedro en Valdezate. Más dudas: las de Juan Manuel Gil en Santa Cruz de la Salceda, Félix del Cura en Tubilla del Lago, Manuel Callejo en Sotillo de la Ribera, Alberto Val en Torresandino, Juan Carlos Rocha en San Juan del Monte o Montse Monje en Terradillos de Esgueva. También en Villalbilla de Gumiel, Pedro García apunta que lo están debatiendo: «Lo tengo en standby, esto te quita mucho tiempo». Finalmente, en Zazuar, Agustín Villa apunta que esperará a unos resultados médicos para decidirse.

La localidad de Araúzo de Miel podrá volver a apostar por Teresa Maté, y los vecinos de Fuentecén tendrán la opción de continuar con Juan Antonio Martín. Los que no lo tienen tan claro son los de La Cueva de Roa y Bahabón de Esgueva, Ignacio Arranz y Mª Carmen Palomino respectivamente, están entre los que se lo están pensando aún, aunque reconocen que la dificultad de encontrar relevos puede llevarles a repetir. En una tesitura similar está Teodoro Bartolomé, todo un veterano en el Ayuntamiento de Campillo de Aranda, mientras que Silvio Pascual está más por la opción de dejar su labor municipal en Berlangas de Roa.

Las pedanías también buscan alcaldes. En la comarca ribereña, varios consistorios dependen de un Ayuntamiento mayor. Es el caso de La Aguilera y Sinovas en Aranda de Duero. Para el primero, Luciano Burgos está dispuesto a continuar, los 28 años que ya lleva en esta labor municipal no le han agotado y quiere seguir. «Con la pandemia hemos estado muy parados y tenemos muchas cosas por hacer, como la reurbanización de calles», avanza. 

En Sinovas, Miguel Ángel Gayubo subraya que el suyo es un caso especial al tratarse de un régimen en concejo abierto. «Los vecinos me han votado sin que me haya presentado», explica, mientras apunta que hasta después de las elecciones queda «mucho margen». Suma 23 años como alcalde pedáneo de Sinovas.

Las ganas de trabajar también llevan a Luis Miguel Rodríguez a optar a dirigir otros cuatro años más los proyectos en Guzmán. «Tenemos muchas cosas avanzadas y me gustaría verlas terminadas, habrá que seguir», reconoce.