Apagar los escaparates a las diez de la noche, colocar puertas de acceso automáticas para mantener la temperatura de los interiores y no sobrepasar los 27 grados en el aire acondicionado y los 19 en el caso de la calefacción. Estas son algunas de las medidas incluidas en el plan de ahorro energético aprobado el pasado lunes por el Consejo de Ministros y que afectan a sectores como el comercio y la hostelería, cuyas patronales han recibido con poco agrado, además de poner en duda la eficacia real del mismo.

La presidenta de la Federación de Empresarios de Comercio (FEC), Consuelo Fontecha, califica dicho plan de «ocurrencia», ya que para que así lo fuera «tendría que haberse meditado, valorado y analizado tanto sus impactos positivos como negativos». No comparte ninguna de las acciones anunciadas, como es el apagado de los escaparates de las tiendas a las 22 horas, ya que, según precisa, depende de circunstancias como su localización. «Hay que tener en cuenta si el negocio está o no ubicado en una zona comercial céntrica y transitada», sostiene, al tiempo que considera que la medida puede repercutir «en la seguridad de las calles y de los ciudadanos». En este punto, recuerda que asociaciones zonales del sector como Centro Burgos y Zona G han venido desarrollando desde 2019 campañas que, precisamente, consistían en apagar las luces de los escaparates para poner en valor la importancia del colectivo en la vida de las ciudades y reivindicar más ayudas públicas.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)