Tributos alerta del deterioro del servicio por faltar personal

J.M.
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Señala que hay un 30% de puestos vacantes y advierte con un «empeoramiento» de la gestión interna, que se dejará ver en el volumen de liquidaciones en «impuestos clave»

En el servicio han solicitado de manera reiterada arquitectos para gestionar las reclamaciones de plusvalías . - Foto: Luis López Araico

Si el pasado verano era la Intervención General del Ayuntamiento la que demandaba más personal en su informe anual de control interno, en esta ocasión ha sido el Órgano de Gestión Tributaria quien, con motivo de la elaboración del Presupuesto, ha elaborado otro informe en el que no ha querido pasar por alto los problemas que se le avecinan a un servicio que, tal y como lamentan,«se está viendo lastrado por jubilaciones o falta de personal de forma continuada y estructural». Tras dejar constancia de que están «vacantes cerca de un 30% de los puestos de la plantilla» de este servicio, advierten de que eso está provocando un «deterioro de la organización cuya consecuencia será directa a lo largo de 2023».

En dicho informe, que al igual que el de Intervención parece apuntar directamente al servicio de Personal, se advierte que el déficit de plantilla se traducirá en «un empeoramiento de la calidad de la gestión, en la atención al público y del volumen de liquidaciones en impuestos clave como el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), en la tasa de las basuras o en la gestión de multas tributarias».

Mención aparte merece el impuesto de plusvalías, sobre el que se deja constancia de una serie de circunstancias que «han venido a agravar la crisis» de este tributo. Una de ellas fue «la ausencia de una normativa estatal desde 2017 hasta 2021», pero otra mira en sus críticas puertas para dentro ya que se apunta que «la falta de arquitectos técnicos en el Órgano de Gestión Tributaria y de Tesorería» han hecho que hayan «quedado innumerables expedientes sin resolver».

Pese a que se recuerda que la incorporación de arquitectos «se ha solicitado reiteradamente», lo cierto es que no han llegado (o en el mejor de los casos, los habido de manera temporal o puntual). Una presencia de profesionales del todo necesaria ya que «los juzgados y salas venían solicitando que la administración probase en contra, las pretensiones de inexistencia de incremento de valor». Es decir, el Ayuntamiento no podía defenderse a sí mismo porque en Tributos no había arquitectos para realizar esas tasaciones y análisis. En otras palabras, quien contraargumentara ante una reclamación que un determinado inmueble ha crecido en su valor entre el momento de su compra y el de la venta.

Recuerda el informe, por si a alguien se le ha olvidado, que en el año 2021 el Órgano de Gestión Tributaria y Tesorería «realizó un trabajo extraordinario con la finalidad de resolver los expedientes pendientes en gestión tributaria» desde la publicación de la sentencia del Tribunal Constitucional hasta final de año. Un trabajo cuyo resultado fue la devolución en un tiempo récord de apenas dos meses de más de 1.100 valores por un importe de 4,3 millones de euros.

Concluye el informe que «a pesar de notarse una evolución positiva en casi todos los conceptos» en relación a la evolución de los impuestos, que «el lastre de la plusvalía y el plan financiero de la Sociedad de Aguas (cancelado), unido al menor volumen de gestión tributaria por la falta de personal» es lo que «supondrá que los ingresos previstos para el ejercicio económico 2023 sean ligeramente inferiores a los de 2022».

Al margen de los recados de carácter interno afeados por el área de Tributos se hace mención a una previsible disminución de los ingresos de los tributos procedentes del sector de la construcción. Si bien habla de una «actividad boyante», también pronostica que «mostrará signos de contracción por el encarecimiento de las materias».

El área de Personal del Ayuntamiento ha conseguido algo que no es fácil: que Intervención y Tesorería compartan el mismo malestar.