Villarcayo se plantea barreras portátiles contra las riadas

A.C. / Villarcayo
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El alcalde y el teniente alcalde han visto en Reinosa el montaje del sistema adquirido por el Ayuntamiento cántabro a una firma noruega y esperan estudios de otras dos consultoras para frenar las riadas del Nela

Imagen de una demostración de cómo las barreras de la firma noruega retienen el agua. - Foto: DB

Cinco graves inundaciones del casco urbano en seis años representan el negativo saldo dejado por las avenidas del río Nela en Villarcayo. La última se produjo en la madrugada del 10 de diciembre pasado y desde entonces el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Villarcayo ha decidido que hay que tomar medidas ante un fenómeno que se repite sin tregua. Una de ellas podría ser la compra de un sistema portátil de protección contra inundaciones de la empresa noruega Haawal Engineering, que acaba de adquirir el Ayuntamiento de Reinosa para reforzar motas y proteger los puentes ante los deshielos en Alto Campoo y que también estudia adquirir el Ayuntamiento de Miranda de Ebro.

El alcalde, Adrián Serna, y el teniente alcalde, Jesús Argüelles, se acercaron la pasada semana hasta la ciudad cántabra para conocer el montaje de estas innovadoras barreras reutilizables para inundaciones, que salieron al mercado en 2018 y ya se emplean en municipios de Noruega, Alemania y ahora, en España. Se trata de dos paneles de plástico reforzado con fibra de vidrio que se encajan formando una L, unidos con un alambre de soporte. Una membrana de polietileno de baja densidad que se ha de extender por la barrera termina de hacerla impermeable. Sus fabricantes explican que los paneles soportan más de 2,5 toneladas de presión del agua y utilizan el peso del liquido sobre la parte horizontal de la barrera, que queda apoyada en el suelo, para estabilizar la parte vertical. Incluso en suelos irregulares aseguran que da resultados.

En la sesión de montaje que se realizó en Reinosa, los ediles villarcayeses pudieron observar las barreras portátiles de 90 y 1,20 metros altura, que Serna advierte que serían suficientes en Villarcayo, puesto que el agua no supera nunca esa altura en el casco urbano. Según la compañía,  dos personas montan 100 metros en una hora sin herramientas. Pero Serna quiere analizar este dato y sopesar si cuenta con suficiente personal antes de tomar cualquier decisión, porque es vital que las barreras se puedan instalar a tiempo en caso de alerta por inundación.

«El sistema es caro», advierte el alcalde villarcayés, porque tiene un coste de 250 euros por metro lineal, lo que significa que un kilómetro puede alcanzar los 250.000 euros, pero la cuestión es cuántos daños puede evitar después de que en 2015 se vieran afectados por las inundaciones de enero y febrero un total de 179 hogares y negocios en Villarcayo, que presentaron partes de daños ante el Consorcio de Seguros, mientras que esa cifra se elevó a 190 damnificados por la riada del 24 de enero de 2019. Tras las últimas de noviembre y diciembre se contabilizan 25 solicitudes, pero las cifras son provisionales.

Longitud. El equipo de gobierno planea realizar un estudio desde el aire para planificar qué longitud de barreras serían precisas y así tener claro el coste de esta medida. Hay muchas opciones, desde adquirir barreras que protejan todo el casco urbano desde el instituto hasta las piscinas o la de centrarse en los puntos por donde se sale el agua o en lugares concretos y blindar la llegada del agua a las calles Julio Danvila, Sigifredo Albajara y San Roque, las más afectadas, así como las instalaciones deportivas.

Mientras tanto, el Consistorio espera los estudios de dos consultoras de medio ambiente, especializadas en medidas para atajar las inundaciones, pero Serna alerta de que el tipo de actuaciones que puedan proponer deben de obtener el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Ebro, a diferencia de las barreas portátiles, que no precisan autorización alguna. Asimismo, la decisión final también dependerá de si se obtienen ayudas para alguno de los sistemas.