A lo largo de los próximos meses ocho centros educativos de Burgos cambiarán sustancialmente su aspecto. Serán menos grises, más verdes, sostenibles, combatientes con el cambio climático y sobre todo, estarán dotados de un escenario exterior más propicio para que sus alumnos puedan desarrollar en  ellos parte de su currículum escolar. Estos colegios e institutos son los beneficiarios de una convocatoria de Patrimonio Natural, que destinará a esta actuación más de 500.000 euros en la provincia para conseguir este fin, pero desde la institución van a extender el proyecto al resto de centros de la región a través de una plataforma digital, para que todos ellos puedan beneficiarse de las actividades y actuaciones en torno a este proyecto y ponerlas en práctica en sus instalaciones en la medida de lo posible, como afirma Antonio Aragón, de Patrimonio Natural. 

El contenido de la web, abierto a todos, detallará cada uno de los proyectos de renaturalización de esos 8 patios, en los que, entre otras, se construirán ágoras para las clases al aire libre, se plantarán árboles, se crearán huertos y en general se convertirán en espacios más naturales, que dejarán atrás el hormigón para tener más plantas. «A esta plataforma se subirán también todas las actividades que los centros quieran subir y en las que utilizarán el exterior como escenario de aprendizaje», comenta Aragón, que afirma que serán las propias instituciones educativas las que ayuden al diseño de la estructura de esa web . «Y también, por ejemplo, de las fichas o de los formularios que se van a ir colgando, con las distintas propuestas y situaciones de aprendizaje, todas ellas supervisadas por los profesores y que otros también pueden poner en práctica». 

Y es que desde Patrimonio Natural no quieren que esta sea una actuación concreta, sino que buscan implicar a toda la comunidad educativa en el cuidado de aquello que se va a generar. «Cada centro va a tener su propio cuaderno de mantenimiento de las infraestructuras creadas, diseñado por el equipo docente y las empresas que los han proyectado y ejecutado», relata. En este documento se enseñará la transformación realizada y qué parte de toda ella puede ser conservada por al alumnado y el profesorado. Estas intervenciones, según Aragón, pueden ser desde reparar un riego por goteo a pequeñas intervenciones de poda o sacar las semillas de diferentes frutos o hortalizas. «Todo ello permite ofrecer diferentes materias educativas, ya que supone una vía de entrada para conceptos más amplios. Esa simple reparación va vinculada a una economía circular, relacionada con la sostenibilidad, por ejemplo». 

La intención es que esta plataforma web esté operativa en octubre y a través de ella también van a intentar vincular a los centros con bancos de semillas de su zona, «ya que una parte del proyecto se basa en la conservación de variedades locales de esas plantas y árboles», cuenta. De hecho, tratarán de que estos centros saquen las semillas «y se convierten en reservorios de ellas», añade Aragón, que asegura que existe ya en la región, y en la provincia, una tendencia a instalar huertos y árboles en el entorno de los colegios e institutos, cuyo cuidado es similar en todos, por eso muchos se podrán aprovechar de las prácticas a las que se van a dar visibilidad tras esa renaturalización de los patios. «Y también los centros no objeto de las actuaciones, podrán subir a la web sus experiencias». 

Retirar hormigón. Tres centros de la capital, el CEIP Padre Manjón, el CEIP Vadillos y el IES Diego Porcelos, y cinco de la provincia, el IES Alfoz de Lara (Salas de los Infantes), el CEIP Raimundo de Miguel (Belorado), el CEIP Valle de Losa (Quincoces de Yuso), el CEIP Valle de Tobalina (Quintana Martín Galíndez) y el CEIP Príncipe de España (Miranda de Ebro), fueron los 8 de Burgos seleccionados de la convocatoria. Precisamente, en este último es donde se han iniciado las obras. La empresa adjudicataria del concurso, Centro de Viveros Espacios Verdes, de Miranda, ya ha comenzado con la demolición de parte del hormigonado del patio y sucesivamente irá actuando en el resto. 

La programación de la empresa, como explica Jorge Núñez, ingeniero agrónomo en Espacios Verdes, es realizar primero las obras civiles necesarias, movimientos de tierras y una pequeña plantación de aquellas especies que son propicias para hacerlo en primavera. «Las plantaciones más importantes y del arbolado se hará en otoño. En parte porque es más adecuado, pero también para liberar a los centros de su cuidado y mantenimiento durante el primer verano, que puede ser el más comprometido». 

La empresa aprovechará las vacaciones de Semana y Santa y verano para avanzar, pero también, en la medida que los colegios cuenten con disponibilidad de espacios, compaginarán las obras con horas lectivas. «Creemos que es importante que los alumnos sean testigos, hacerles partícipes y que conozcan de cerca el desarrollo de esos trabajos con los que se van a transformar sus centros», comenta Jorge, que recuerda que ya han desarrollado proyectos similares, construyendo huertos en otros y que las variedades que plantarán en cada uno, serán en gran medida, autóctonas de cada zona.