Yolanda Díaz muestra sus cartas

Agencias
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Sumar filtra como medidas de su programa la derogación de la prisión permanente revisable o suprimir los toros como patrimonio cultural

Yolanda Díaz muestra sus cartas - Foto: Juan Carlos Hidalgo

Después de escuchar, es el momento de hablar o al menos plantear. Eso se podría aplicar a Sumar, el partido emergente que, a falta de unas primarias que están por decidir, pretende liderar Yolanda Díaz para convertirse, según sus palabras, en «la primera presidenta del Gobierno en España». De momento, se van filtrando propuestas que puede que se queden en globos sonda. Ono. Si hace unos días se supo de la existencia de la herencia universal de 20.000 euros para estrenar la mayoría de edad, ayer se supo que la plataforma aboga  por derogar la prisión permanente revisable, reformar la normativa de concesión de indultos, suprimir la consideración de la tauromaquia como patrimonio cultural y desplegar asambleas ciudadanas, elegidas por sorteo, para proponer reformas en asuntos centrales del país.

Junto a ello, plantea acometer regularizaciones periódicas de migrantes en situación irregular hasta disponer de una nueva Ley de Extranjería, establecer controles ante el fenómeno de las puertas giratorias en la clase política y evaluar la posibilidad de descentralizar ciertas competencias del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Así lo recoge esta asociación en sus documentos de los grupos sectoriales de trabajo, que supone un primer armazón de su propuesta programática para la próxima década, que está abierta a la participación y deliberación de la ciudadanía a la que anima a colaborar.

En materia de energía se incide en medidas que impidan un mercado oligopólico, impulsar las renovables y controlar y limitar las puertas giratorias.

Para evitar bloqueos del CGPJ, Sumar sugiere el cese automático de los vocales al poco de caducar su mandato, para obligar a las Cortes a iniciar el proceso de relevo. Desliza, además, la necesidad de repensar las cuotas del organismo sobre todo en lo relativo al Supremo, que cuenta con un cuarto de los vocales cuando solo representa al dos por ciento de la judicatura.

A su vez, se compromete a reformar la Ley del Indulto para reforzar la exigencia de interés público para su concesión, unido también reformular la Ley de Secretos Oficiales.

En seguridad llama la atención que se quiera reabrir el debate sobre «la descriminalización de ciertas drogas» para poder así «reinvertir recursos» en otras áreas de los cuerpos policiales. No se ha querido especificar. Como tampoco en el «medio abierto» para el sistema carcelario femenino para delitos de mediana y baja gravedad.

Respecto a la inmigración, Sumar quiere impulsar a las embajadas y consulados a la hora de tramitar solicitudes de asilo, cerrar los centros de internamiento de extranjeros y fijar puntos de acceso «normalizados» en Ceuta y Melilla. 

Respecto a la tauromaquia, la guerra es total, empezando por derogar la condición de patrimonio cultural de la Fiesta Nacional. 

Las asambleas ciudadanas, surgidas por sorteo, tendrían un papel importante, tanto que sus conclusiones podría derivar en referéndum sobre reformas constitucionales, cambio climático y asuntos fiscales.