Esther Alonso

Ser o Tener

Esther Alonso


Cáncer

04/10/2023

Un chirimiri de lluvia ácida. Así percibo cómo el diagnóstico de cáncer cala la vida de familiares, amigos y seres queridos cada vez más a menudo. Soy consciente de que, siendo mujer, tengo una de tres probabilidades de que tarde o temprano el diagnóstico sea para mí, mientras que, si fuera hombre, la posibilidad de enfermar estaría a uno contra dos. 

La primera vez que oí la palabra era solo una niña: una buena amiga de mi madre se rompió una pierna destapando un cáncer de huesos fulminante que apenas le dio tregua para despedirse de los suyos. Enseguida vinieron otros casos de personas más o menos cercanas sobre cuyo diagnóstico siempre se hablaba en bajito, como por si mencionarlo en voz alta se fuera a despertar el monstruo que repartía las papeletas, una especie de superstición que nunca he entendido del todo y que, cuando era la causa de muerte de una persona relevante, se aludía a ella como una larga y dolorosa enfermedad.

Los avances científicos y la Asociación Española contra el Cáncer son quienes están ayudándonos a todos a levantar la cabeza y mirar a la enfermedad con los ojos abiertos. Contribuyendo, además, a minimizar al mister wonderfull de los cojones que pretende responsabilizar a la actitud del paciente del éxito o fracaso del tratamiento. 

Obviamente, ni el talante positivo ni la boca cerrada van a terminar con el cáncer. La receta es la investigación. El talento científico y los recursos económicos son las herramientas que pueden hacer que los porcentajes de supervivencia del 55,3% de hombres y el 67,7% de mujeres aumenten hasta el cien por cien, o hasta el más realista 70% que pide la AECC en la campaña diseñada con motivo del Día Mundial de Investigación del Cáncer, celebrado el 24 de septiembre.

Asimismo, también lo es el contar con una sanidad pública moderna, dotada de tecnología avanzada y de buenos profesionales. Pues, como decía al principio, por sus consultas pasaremos un tercio de la población femenina y la mitad de la masculina. 

Recuérdelo cuando, cada mes, vea el porcentaje de IRPF que se lleva la Administración. Aunque, para ser justos con los contribuyentes, y haciendo un inciso en el tema, no estaría de más desglosar en cada nómina qué parte del salario bruto se destina a Sanidad, Investigación u otros servicios públicos esenciales.