Un regalo navideño para la Catedral de Burgos

Ical
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La seo burgalesa estrenará antes de Navidad un sistema de climatización que permitirá disfrutar del templo con una temperatura no superior a los 15 grados

Un regalo navideño para la Catedral de Burgos

Desde hace casi quince años, una de las grandes demandas del Cabildo de la Catedral de Burgos ha sido contar con un sistema de climatización, que permitiese a los visitantes de la seo poder visitar cada uno de los rincones del templo, sin que las bajas temperaturas, tan características de la ciudad burgalesa, acorten su visita. Más de una década después, los Reyes Magos adelantan su regalo, y esta instalación se espera que esté finalizada antes de Navidad.

Así lo confirmó el presidente del Cabildo, Pablo González, quien explicó a la Agencia Ical, que este proyecto, que se presentó el pasado mes de octubre, tendría que haber estado finalizado y en funcionamiento para el 22 de noviembre, sin embargo, los diversos actos que se han realizado dentro de la seo, con motivo del VIII Centenario, han atrasado un poco la finalización de la obra.

Asimismo, tal y como recordó el aparejador de la Catedral, Miguel Ángel Ortega, la primera vez que el Cabildo presentó un proyecto para la instalación de suelo radiante en el templo fue en el 2005, sin embargo, la Junta de Castilla y León “se oponía”, señala. “Al final se ha puesto una instalación más modesta, utilizando los conductos que ya había, en vez de hacerlo con un suelo radiante”, indica.

En su lugar, se trata de un proyecto que combina tres sistemas de emisión que no requieren ninguna intervención en el edificio. El primero de ellos consiste en la instalación de siete ventiloconvectores de suelo en las cámaras existentes por donde circulaba el antiguo sistema de calefacción de aire, el Coro, la Nave Mayor y el Trascoro. El segundo sistema constará de 24 ventiloconvectores de superficie que se instalarán en diferentes puntos de la Catedral, con un acabado en madera que armonice el conjunto. Por último, el proyecto se completa con la instalación de un suelo radiante seco en la zona del Plesbiterio, con una superficie de 70 metros cuadrados.

La regulación y control de estos equipos se llevará a cabo mediante una ampliación del actual sistema de telegestión de la Catedral, que registrará continuamente los valores de humedad y temperatura de las diferentes zonas del templo gótico, a través de los sensores colocados para ello.

“Todas las obras tienen sus dificultades”, afirma González, aunque señala que esta en particular “no es muy complicada”, porque se están usando las conducciones que existían en la calefacción antigua de 1909, “y estaban bastante bien hechas”, recuerda. De esta forma “se aprovecha esta circunstancia para que el agua produzca un aire que se condensa y sale con vectores y radiadores modernos, que intentarán un poco suavizar el frío que hace en Burgos”, agregó.

Asimismo, cabe destacar que este sistema de climatización será ‘eficiente’ y ‘respetuoso’ con la arquitectura del inmueble, al igual que con la piezas artísticas que alberga y con el medio ambiente. “Se han colocado sensores para saber hasta dónde puede subir la temperatura”, señala González , que permitirán saber hasta donde puede subir la temperatura, y que “no sea muy variable”. A lo que apunta Ortega, que no se quiere “aclimatar la calefacción como una casa”, sino atemperar el ambiente del templo.

Este triple sistema permitirá que en invierno la temperatura ambiente de la Catedral suba a 12 o 15 grados, un notable cambio, teniendo en cuenta que actualmente la seo cuenta con una temperatura entre cinco y ocho grados. Una temperatura que, en épocas de mucho frío, obliga a los visitantes a reducir su visita, y a no disfrutar completamente de los encantos que ofrece el templo burgalés.