El espíritu de la revuelta de la España Vaciada, que ganó visibilidad en la manifestación de Madrid del 31 de marzo de 2019, quiere recuperar el protagonismo que la pandemia y los enfrentamientos políticos le han hurtado. Las campanas del mundo rural vuelven a tocar a rebato por la sanidad rural, que lejos de ver cómo mejoraba como consecuencia de la crisis del coronavirus ha visto aún más empobrecidos sus servicios. Así, el sábado 3 de octubre (12 horas) se ha convocado en toda España una concentración de 5 minutos en las puertas de todos los consultorios, la mayoría cerrados, para denunciar la merma de los servicios.
«Lo importante no es que haya mucha gente, sino muchos pueblos», recalca Juan José Asensio, para explicar que la coordinadora Burgos Enraíza recopilará las fotos de todos ellos (hay que poner el nombre de la localidad en la zona en blanco del cartel adjunto).
La movilización reclama la recuperación de los servicios que se han recortado antes y durante la pandemia. «Llaman y nadie les coge el teléfono. Necesitan atención pero no saben dónde ir», se quejan. También la potenciación de la figura del médico de atención primaria en el mundo rural, con incentivos tanto económicos como profesionales.