El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, volvió a salir ayer en defensa de los agricultores y ganaderos de la Comunidad de cara a la aplicación de la nueva PAC y reclamó ante el ministro de Agricultura, Luis Planas, que el reparto de los fondos no genere «desequilibrios territoriales». Una petición que llega 24 horas después de que el propio Planas negará este jueves que fuera a adoptar la petición castellano y leonesa, y que elMinisterio tendría en cuenta a todas las comunidades. El jefe del Ejecutivo autonómico fue el encargado de inaugurar una nueva edición de Salamaq, la feria del sector agropecuario «más importante del sur de Europa» que regresa tras un año de parón por la pandemia.

De esta forma, Mañueco aprovechó la presencia del ministro Planas en el acto inaugural de la feria para recordarle su apoyo al Gobierno de España en la «compleja negociación» de la PAC que el ministro y su equipo «deben sacar adelante en Bruselas» y, de paso, le agradeció su trabajo en este sentido. «Cuentas con la colaboración y la lealtad de la Junta de cara al plan estratégico que marcará las bases para las ayudas que se recibirán en 2023», certificó. Sin embargo, recalcó que ese apoyo es compatible con «ser reivindicativo» y reclamar lo que considera «más conveniente» para los agricultores y ganaderos de Castilla y León. «Vamos a ser exigentes», anunció.

En concreto, el mandatario autonómico se refirió a la PAC como «la garantía de la renta de los agricultores y ganaderos». Y en Castilla y León, según recordó, el modelo agrario se corresponde con la agricultura profesional, «pensada para vivir de ella», con explotaciones basadas en la producción familiar, en el movimiento asociativo y en las cooperativas. «Si queremos que la agricultura perviva, este tiene que ser el modelo», matizó.

En este sentido, Fernández Mañueco manifestó que solo con un modelo profesional se puede garantizar que los jóvenes que se incorporan al campo puedan vivir de estas actividades. «Es el mejor modelo para luchar contra la despoblación y mejorar la protección del medio ambiente», agregó. 

El presidente de la Junta reconoció al ministro Planas la importancia de explorar vías de financiación para esas ayudas, pero insistió en la importancia de tener en cuenta el modelo profesional en Castilla y León.  «Estas ayudas no se pueden reducir aplicando el componente de la degresividad. Eso, desde nuestro punto de vista, resta apoyo a la explotaciones más profesionales», insinuó. De hecho, ahí recordó que desde Castilla y León se ha aportado un modelo de ecoesquemas que «puede resultar atractivo», con prácticas medioambientales remuneradas y sin aplicar degresividad. Además, sugirió que se podría «replicar en otros territorios».

Por último, anunció nuevas medidas «de calado» para apoyar al sector agroalimentario, aunque no entro a detallar ninguna, tras recordar una inversión aproximada de 146 millones de euros en lo que va de Legislatura. Además recordó la elaboración en la Comunidad de un decreto para impulsar los mercados agrarios en origen.